Primero, pensaron que era obra de alguna persona, pero no lograron encontrar ninguna huella alrededor de las insólitas bolas.
“En algunos casos, los rollos blancos pueden llegar a alcanzar un metro de altura, pero requieren de ciertas condiciones climáticas: la nieve húmeda y blanda que no se pega a la superficie —que debe ser inclinada— y la temperatura del aire un poco más alta que el punto de congelación del agua. En cuanto a la fuerza del viento, debe ser tal que mueva los rollos sin destruirlos”, explicó el jefe del laboratorio de climatología del Instituto de Geografía de la Academia de Ciencias de Rusia, Vladímir Semionov.
A veces, los rollos de nieve también pueden convertirse en una especie de donas gigantes: las capas interiores de la rueda son más blandas, por lo que son más vulnerables a la influencia del viento. Esto, a su vez, da lugar a la formación de agujeros en el centro del cilindro congelado.
Москва. Вчера вечером в Нескучном саду было отмечено довольно редкое метеорологическое явление – снежные рулоны… pic.twitter.com/l08higjHwH
— ✗นтթыйЁж Виктор (@slyhedge) January 28, 2021