El “Ángel de la Muerte”, el mayor asesino múltiple de la historia criminal argentina y sentenciado a reclusión perpetua por más de una decena de homicidios, quiere salir de prisión.
“Quiero morir en libertad, no quiero morirme preso”, fue lo que Robledo Puch les dijo a sus abogados Diego Dousdebes y Martín Ebra en una sala de visitas de la Unidad 26 de Olmos, días antes del 3 de febrero último, cuando cumplió medio siglo en la cárcel, lo que lo convirtió en el criminal argentino que transcurrió la mayor cantidad de tiempo tras las rejas.
Según consigna Télam, a partir de ese pedido, sus abogados solicitaron la semana pasada a la Sala I de la Cámara de Apelaciones de San Isidro, integrada por los jueces Ernesto García Maañón y Oscar Roberto Quintana, que le otorguen la libertad condicional a su defendido, expresando que la pena de Robledo se encuentra “agotada” ya que cumplió con los 35 años de condena que postula el Código Penal para los condenados a reclusión y prisión perpetua.
Diego Dousdebes indicó además que “más allá de que los crímenes que pueda haber cometido hayan sido aberrantes, a él se le impuso una pena que no tiene punto final. Él fue condenado en tiempos de dictadura, donde había otros parámetros de legalidad que por suerte no rigen ahora. Me pregunto por qué nunca se ha revisado esta pena”.
“La última pericia que le realizaron a Robledo fue psiquiátrica y tuvo lugar en 2016. Lo que dice este informe es que él tiene dos niveles de tratamiento: uno es el trastorno de personalidad, que es de base y no es tratable; pero está asociado con su estado de ánimo, que sí puede ser tratado psiquiátricamente con una medicación determinada y con entrevistas semanales con un especialista”, explicó el abogado.
Por último, el defensor remarcó: “Robledo quiere terminar sus días en libertad. Estamos aguardando por una respuesta de la Cámara en los próximos días. Necesitamos instalar este tema en los medios porque es una manera de que el Poder Judicial no resuelva puertas para adentro y a espaldas de la sociedad”.
Carlos Robledo Puch, fue detenido el 3 de febrero de 1972 y condenado el 27 de noviembre de 1980 a “reclusión perpetua con la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado” por la Sala I de la Cámara de San Isidro, que lo encontró culpable de 11 homicidios, entre otros delitos.
SUS VÍCTIMAS
- Manuel Godoy, sereno de una discoteca, asesinado el 15 de marzo de 1971
- Pedro Mastronardi, encargado de la discoteca, asesinado el 15 de marzo de 1971
- José Bianchi, encargado de un local, asesinado el 3 de mayo de 1971
- Juan Scatonne , sereno de un comercio, asesinado el 24 de mayo de 1971
- Virginia Rodríguez, asesinada el 13 de junio de 1971
- Ana María Dinardo, asesinada el 24 de junio de 1971
- Raúl Del Bene, sereno de un comercio, asesinado el 15 de noviembre de 1971
- Juan Carlos Rosas, sereno de una agencia de automotores, asesinado el 17 de noviembre de 1971
- Bienvenido Serapio Ferrini, sereno de una concesionaria, asesinado el 25 de noviembre de 1971
- Manuel Acevedo, sereno de una ferretería, asesinado el 3 de febrero de 1972
- Héctor Somoza, cómplice, asesinado el 3 de febrero de 1972
Durante sus 50 años en prisión, pasó por múltiples unidades penitenciarias, la primera de ellas fue la Unidad Penal 9 de La Plata, de donde escapó el 7 de julio de 1973, aunque lo recapturaron 68 horas después.
Permaneció en esa cárcel hasta 1981, luego fue trasladado a la Unidad 2 de Sierra Chica en la que permaneció hasta que el 23 de mayo del 2019, cuando fue internado en el hospital municipal de Olavarría por una “neumonía multifocal”.
Y cinco días después, tras recibir el alta, fue derivado a la Unidad 22 de Olmos, donde funciona el hospital penitenciario.
Tras su recuperación, el ángel de la Muerte fue trasladado a la Unidad 26 del mismo distrito, donde permanece alojado en la actualidad.
Fuente/ Télam