Un escalofriante llamado telefónico encendió las alarmas anoche en el Centro de Control de Tráfico Río de La Plata. Quien se comunicaba con el personal era un marinero del buque tanque “Ayane” de bandera de Malta para confesar un crimen: acababa de asesinar a balazos a su capitán y al primer oficial de la nave.
En un breve fragmento de la conversación entre el personal del centro de control y el señalado como asesino, se escucha el pedido del operador para que “amplíe la información” que intentaba brindarle en medio de lo que, se especula, era un brote psicótico.
Sin que le tiemble la voz, el marinero acató la solicitud de su interlocutor y detalló: “Sí, el capitán y el primer oficial están muertos, los maté yo”. A continuación, solicitó en tono imperativo: “Me voy a entregar, así que quiero que venga un guardacostas y me arreste. Listo, es tan sencillo como eso”.
Tras el mensaje, Prefectura coordinó el envío al lugar de personal de la Fuerza que se encontraba a bordo del guardacostas Cabo Corrientes -el cual navegaba por la zona donde se ubicaba el Ayane- mientras se hacían reiterados intentos para comunicarse con la embarcación. Finalmente, constataron el crimen de los dos hombres y el marinero fue aprehendido a pedido de la fiscalía de turno de La Plata, que se encuentra a cargo del caso.
Los investigadores realizaban esta mañana las pericias de rigor dentro del buque, que estaba fondeado en la rada a la altura de la localidad rivereña de Punta Lara cuando se cometieron los asesinatos. También avanzaban en la toma de testimonios a los restantes miembros de la tripulación del Ayane, una embarcación de uso fluvial y marítimo apta para el transporte de productos derivados del petróleo y químicos.