Comenzó a abordarse en la Cámara de Diputados la famosa propuesta de reducción de la jornada laboral. Cabe recordar que el tema no es nuevo, y que inclusive ya hay siete proyectos de ley al respecto.
Durante el encuentro realizado el martes, el mendocino Sergio Palazzo tuvo un cruce con el industrial Julio Cordero y el radical Martín Tetaz.
Durante su exposición, Cordero sostuvo: “En la religión, se dice que el hombre fue expulsado del paraíso y tuvo que trabajar, entonces nos preguntamos si el trabajo es un castigo o si el trabajo es aquello por lo cual hemos llegado hasta donde estamos“.
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Ante el bullicio y las chicanas de los aliados al oficialismo que respaldan la modificación de la Ley de Jornada de Trabajo, sancionada el 12 de septiembre de 1929, Cordero la siguió: “Frente a las tecnologías, no es seguro que haya que limitarlo al trabajo, probablemente haya que ponerle muchísima más dignidad, y esto no necesariamente se logra limitando la jornada. Por ahí es al revés”.
“Yo limito la jornada, entonces usted tiene que trabajar menos. ¿Para qué? ¿Está mal trabajar? ¿Estamos en contra del trabajo?“, preguntó retóricamente.
Su intervención fue después de la que hiciera la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, quien celebró la iniciativa, ya a que a su entender se trata “de una de las normas donde la Argentina ha quedado más rezagada”.
La titular de la Comisión de Legislación del Trabajo, Vanesa Siley, puso finalmente en tratamiento una serie de proyectos sobre el tema, cursando invitaciones a referentes del mundo laboral, como la propia ministra o Cordero, el secretario general adjunto de la CTA Autónoma, Ricardo Peidró, y la secretaria Internacional de Cooperación y Migraciones de Comisiones Obreras de España, Cristina Faciaben, entre otros especialistas.
A su turno, el diputado radical Martín Tetaz advirtió que “el mercado de trabajo argentino está caracterizado por la heterogeneidad”. En tal sentido, señaló que el sector industrial emplea cada vez menos trabajadores a nivel mundial y el sector servicios se expande más, pero con una jornada laboral distinta.
Por eso, remarcó que no se puede regular con “una ley general” porque hay que atender a la productividad de cada rubro o actividad.
Su planteo fue parecido al de Cordero, que alertó que aminorar la cantidad de horas pero mantener el nivel de salarios demanda sostener la productividad. “Si reducimos la jornada, sin ningún tipo de reducción salarial, qué habrá que hacer. ¿Mejorar la productividad en ese tiempo? ¿Apuramos a la gente para que trabaje más rápido?“, lanzó también el representante de la UIA.
Posteriormente, el diputado y referente gremial de los maestros, Hugo Yasky, sostuvo que “está demostrado que en la gran mayoría de los casos la reducción de la jornada trae un impacto positivo en la productividad“. Al respecto, el mendocino Sergio Palazzo, indicó después que no hay “aspectos negativos” en los expedientes en discusión pero concedió que existen aristas “controversiales”, la de la productividad y la del valor económico.
Igualmente, adujo que para el caso de la productividad se está dando “un falso debate“, y pidió que no se mida esa variable de ahora en adelante sino que se sopese su aumento en los últimos 20 años y su incidencia en los sueldos. “El impacto tecnológico ha generado un crecimiento de productividad que no ha ido acorde con los salarios y los puestos de trabajo generados”, añadió, y acusó que “la apropiación del excedente de productividad quedó del lado del capital, ha sido apropiado por un solo sector”.
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Tras la reunión se supo que se realizará una nueva reunión informativa -o dos, dependiendo de la cantidad de expositores sobre el asunto- y, luego, se abordaría el debate sobre los siete proyectos presentados.
La comisión de Legislación del Trabajo está integrada por 31 legisladores, 15 pertenecen al Frente de Todos, 15 a Juntos por el Cambio, y el restante es el socialista Enrique Estévez.
Una vez en el recinto, la pelea sería voto a voto y el oficialismo debería apelar a bancadas aliadas. Los proyectos en danza postulan la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, divididas en 5 días, o 36 horas semanales.