
Un caso que conmueve a San Rafael está siendo investigado por la Justicia luego de que Brisa Morales, una joven de 24 años que cursaba un embarazo de 36 semanas, denunciara que perdió a su bebé tras ser sometida a una cesárea en el hospital Schestakow.

Todo ocurrió el pasado 24 de marzo, cuando Brisa acudió al hospital acompañada de su pareja por un cuadro de tos persistente. Según relató, nunca fue atendida por esa patología, sino que la derivaron directamente al segundo piso, escucharon los latidos del bebé y decidieron practicarle una cesárea, sin explicaciones claras.
“Yo sentía a mi bebé moverse, pero nunca me dijeron por qué me operaban. Empecé a gritar, a pedir que llamaran a mi mamá, pero no lo hicieron”, contó Brisa en diálogo con Info YA!

La intervención se realizó en un contexto que la mujer calificó como de violencia obstétrica y emocional, ya que la desvistieron delante de varias personas y la llevaron al quirófano sin poder comunicarse con su familia.
Minutos después de la cesárea, Brisa observó movimientos desesperados del personal médico y finalmente se enteró de la peor noticia: su bebé, Lisandro, había muerto. “Lo vi, estuve con él. Tenía un hilito de sangre en la nariz y en la boca”, expresó entre lágrimas.
La madre de Brisa, Noelia Torres, llegó al hospital una hora y media después del hecho y denunció que el cuerpo del bebé fue retirado para ser trasladado a la Morgue Judicial en una bolsa dentro de una caja de cartón.
El certificado de defunción no establece la causa de muerte y no se sabe con certeza si el bebé murió antes o después de nacer. Además, durante el velorio, personal de la Morgue retiró nuevamente el cuerpo porque no se había realizado la autopsia, procedimiento que se concretó al día siguiente.
“Yo quiero saber qué le pasó a mi hijo. Hasta dudo que el niño muerto sea mi bebé”, aseguró Brisa, quien junto a su abogada Mariana Sánchez radicaron la denuncia correspondiente en la Comisaría Octava.
El caso está siendo investigado por la fiscal penal Andrea Rossi, bajo la causa caratulada como “averiguación muerte” (expediente P-33075/25), quien ya dispuso diversas medidas para esclarecer lo sucedido.