
Milagros Alastra, jugadora mendocina de hockey y actual integrante de Las Leoncitas, fue una de las grandes protagonistas del Mundial de Hockey Junior Sub 21, disputado en Santiago de Chile. Si bien la Selección Argentina cayó en la final ante Países Bajos, la deportista que milita en UNCuyo se destacó por encima del resultado colectivo: fue elegida Estrella Emergente del torneo, un reconocimiento a su rendimiento a lo largo del certamen.
Luego de la final, que terminó con derrota por 2 a 1 frente a las tricampeonas neerlandesas, rival con el que la Albiceleste disputó cinco de las últimas seis finales en esta categoría, Alastra compartió sus sensaciones y reflexiones sobre una experiencia que marcó un antes y un después en su carrera.
Los pisos continuos se consolidaron como una tendencia fuerte en la arquitectura y el diseño de interiores. Al eliminar cortes y cambios de material entre ambientes, esta elección permite unificar visualmente los espacios y generar una sensación de mayor amplitud, especialmente…
“Haber estado tan cerca hizo que la derrota se sintiera aún más dura”, detalló la deportista en diálogo con El Sol.
Al recordar el cierre del Mundial, la mendocina fue sincera sobre el impacto emocional de la final perdida: “Después de la final, las sensaciones fueron de bronca y tristeza. Haber estado tan cerca, sumado al hambre de ganar y al convencimiento que tenía el equipo, hizo que la derrota se sintiera aún más dura”.
Con el paso del tiempo, el análisis cambió y dio lugar a una mirada más profunda sobre lo vivido: “Con el paso de los días y en frío, empecé a dimensionar lo vivido y a darle el verdadero valor que tuvo el torneo, tanto en lo deportivo como en lo personal”.
El reconocimiento individual
Pese a la frustración del resultado final, Alastra recibió una distinción especial al ser elegida la mejor jugadora del Mundial Junior, un reconocimiento que la sorprendió y que decidió compartir con quienes la acompañaron en su formación.
“Sinceramente, fue una sorpresa. Mis sensaciones fueron de agradecimiento hacia todas las personas que me acompañaron y ayudaron a lo largo de este camino”, aclaró.
La jugadora subrayó el rol clave de su entorno y aseguró que nada fue un logro de ella solo, sino todo lo contrario: “Por lo que siento que este reconocimiento es compartido: mi familia, mi club, mis amigas, entrenadores, directivos del colegio en su momento y muchas otras personas que han sido parte de mi formación”.
La fortaleza del grupo
Alastra también destacó el clima interno del equipo como uno de los grandes pilares del subcampeonato obtenido por Las Leoncitas, que llegaron a la final tras vencer a China 3 a 0 en semifinales y a Alemania 2 a 1 en cuartos.
“Las sensaciones durante el torneo fueron positivas. El equipo tiene algo fundamental: armonía. Estábamos muy unidas y se generaron vínculos y amistades muy lindas”, sentenció.
Ese espíritu colectivo, según explicó, se reflejó dentro del campo de juego y permitió ir siempre en la misma dirección y trasladar esa “confianza” dentro de la cancha.
“Me sentí muy cómoda y acompañada. Estoy feliz de haber compartido esta experiencia con ellas y muy agradecida con el cuerpo técnico, de quienes aprendí muchísimo”, concluyó.
Un nuevo hito para Las Leoncitas
Con este subcampeonato, la Selección Argentina Sub 21 reafirmó su protagonismo histórico en los Mundiales Junior. Las Leoncitas fueron campeonas en 1993 y 2016, subcampeonas en 2001, 2009, 2013 y 2023, y alcanzaron el podio en 1997, consolidando una presencia sostenida entre las mejores del mundo.
Para Milagros Alastra, el Mundial de Chile dejó una medalla de plata, un premio individual y, sobre todo, una experiencia que ya ocupa un lugar central en su crecimiento deportivo y personal.



