Las elecciones tuvieron lugar en Colombia y como resultado de ellas, Gustavo Petro fue electo presidente de ese país.
De esta manera, su acompañante Francia Márquez se convirtió en la primera vicepresidenta afrodescendiente y feminista de Colombia. Fue empleada doméstica y a los 16 años tuvo al primero de sus dos hijos. Años después, se recibió de abogada.
Francia, de 40 años, hizo durante este tiempo una campaña dedicada a aquellas poblaciones deprimidas y excluidas.
“Los nadie, los que no se nos reconoce nuestra humanidad, los que no se nos reconocen los derechos en este país, nos ponemos de pie para cambiar la historia, para ocupar la política”, dijo Márquez en una entrevista.
La elegida vicepresidenta nació en 1981, en la aldea de Yolombó, ubicada en Suárez, un pueblo del departamento del Cauca ubicado al suroeste de Colombia en una familia muy humilde. Su madre era partera y su padre obrero.
Su primer trabajo fue como minera del oro artesanal. Pero también trabajó de empleada doméstica para sobrevivir.
Posteriormente, y siendo madre adolescente, estudió en la Universidad de Santiago de Cali y se recibió de abogada.
Su activismo comenzó en 2009, durante unos reclamos para salvar al río Ovejas de la contaminación que provocaba la minería.
En el 2014 le exigió al gobierno de Colombia detener la minería ilegal y el otorgamiento de títulos mineros sin consulta previa en territorios de comunidades originarias. Denunció “corrupción” y se convirtió en blanco de los grupos paramilitares que acosaban a pobladores.
Fue así que ese mismo año la desplazaron de donde vivía. Pero nada la detuvo. De hecho, su militancia la llevó a que casi los grupos paramilitares la maten en el año 2019.
Este es un resumen del largo camino que recorrió Francia en busca del reconocimiento de derechos de las poblaciones más vulnerables.
Su discurso el día que se convirtió vicepresidenta de Colombia
“Vamos las mujeres a erradicar el patriarcado de nuestro país, vamos por los derechos de la comunidad diversa LGBTIQ+, vamos por los derechos de nuestra madre tierra, de la casa grande. A cuidar nuestra casa grande, a cuidar la biodiversidad, y vamos juntos a erradicar el racismo estructural“, expresó la mujer
Dijo que su cargo fue para los “líderes sociales que tristemente fueron asesinados en este país, a la juventud que ha sido asesinada y desaparecida, a las mujeres que han sido violentadas y desaparecidas. A todos ellos que sé que desde algún lugar nos están acompañando en este momento histórico para Colombia”.