El juez federal Eduardo Puigdéngola es quien hoy por hoy tiene entre sus manos una causa judicial para nada sencilla, y tiene que ver nada más y nada menos, que con la situación que hoy rodea a un colega suyo: Walter Bento.
A finales de 2016, tras la jubilación anticipada de Raúl Acosta, el magistrado en cuestión se hizo cargo del Juzgado Federal de primera instancia de San Rafael.
En aquel entonces fue nombrado oficialmente y comunicado en el Boletín Oficial de la República Argentina.
Para ocupar tal cargo, el magistrado concursó en el Consejo de la Magistratura de la Nación, para que luego el entonces presidente Mauricio Macri lo haya propuesto oficialmente al Senado Nacional, con un pliego que ingresó el 21 de octubre de ese año.
Al momento de su arribo al juzgado federal, fue acompañado por el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Pedro Llorente; el presidente de la Cámara Federal de Apelaciones, Juan Antonio González Macías; el ex senador radical Ernesto Sanz y el intendente de San Rafael, Emir Félix.
Puigdéngola es una destacada personalidad en el sur provincial, de hecho, en septiembre de 2015 se opuso a la suba del gas domiciliario aquella región.
A esta resolución llegó, luego de amparo presentado por la ONG Protectora.
“El aumento es de 5 pesos mensuales a 37 pesos en el caso de los grandes usuarios de gas. Por lo tanto, el común de la gente podrá ver aumentada su facturación en 5 pesos mensuales”, supo decir en aquel momento convulsionado en parte de la provincia.
En abril de 2017, Puigdéngolas tomó notoriedad al frenar el desembarco de las telefónicas en el mercado de la televisión, suspender la reatribución de espectro y bloquear las posibilidades para que Direc TV ofrezca servicio de internet.
Aquella decisión la tomó a raíz de una presentación judicial realizada por Cable Televisora Color (CTC), mediante la cual, la firma mendocina consideraba que es necesario proteger a cableras y radiodifusores “de una competencia distorsiva e inequitativa”.
Cabe destacar que CTC es una empresa familiar asentada en San Rafael, pero con fuerte influencia en Tunuyán, San Carlos, Malargüe y General Alvear.
Más acá en el tiempo, y a principios de noviembre del año pasado, una causa caliente cayó en sus manos.
En febrero de 2020, la policía capturó en Guaymallén a Walter Bardinella Donoso, uno de los hombres más buscados del país, en esta oportunidad por un expediente vinculado al narcotráfico.
La detención no quedó ahí nomás, ya que los pesquisas descubrieron que el detenido mantenía contacto con autoridades judiciales y federales, con quienes negociaba posibles liberaciones o cambios en los expedientes.
Supieron mencionar al fiscal federal Fernando Alcaraz, aunque este se desentendió del tema.
Luego se vio en el medio el juez Marcelo Garnica, que también se excusó, ya que adujo haber juzgado previamente a Bardinella Donoso en dos causas.
Esa novela terminó recayendo en Eduardo Puigdéngolas, que debió hacerse cargo en virtud de una resolución de la Presidencia de la Cámara Federal de Apelaciones, con la firma de su presidente Juan Ignacio Pérez Cursi.
Con estos antecedentes a cuestas, el magistrado sanrafaelino tendrá que seguir de cerca a Bento, sospechado de encabezar una asociación ilícita, lavar dinero y enriquecerse ilícitamente.
