Este martes por la mañana, la provincia de Mendoza comenzó con un frío extremo que obligó a los mendocinos a abrigarse más de lo habitual.
Sin embargo, a medida que avanzaba las horas, la temperatura empezaron a subir sorpresivamente, ofreciendo un clima más agradable y mejorando la percepción térmica.
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No obstante, cuando todo parecía indicar que la jornada transcurriría de manera tranquila, unas inesperadas ráfagas de vientos sacudieron a la provincia por completo y se encendieron las alarmas por una inesperada llegada del viento Zonda.
Pese a que la Dirección de Contingencias Climáticas había adelantado en el pronóstico la presencia del temido fenómeno en la zona de la precordillera, las ráfagas se sintieron en el llanto. Pero, para la sorpresa de todos, el viento no era precisamente el que causa estragos en los mendocinos.
Según la información que trascendió este martes, el fenómeno registrado durante la mañana y la tarde en distintos puntos de la provincia fue un viento de intensidad considerablemente más baja, aunque con características particulares.
Este viento presentó importantes oleadas de aire frío y caliente, comportándose de una manera similar a un ciclón, pero sin alcanzar la ferocidad del Zonda que los mendocinos bien conocen.