En el marco del Día Mundial y Nacional de la Prevención del Suicidio, el Gobierno reglamentó la Ley Nacional de Prevención del Suicidio, que busca la disminución de la incidencia y prevalencia del suicidio, por medio de la prevención, asistencia y posvención.
Pese a esto, los números que se conocen en Mendoza son alarmantes, y requieren de un análisis exhaustivo.
Adrián Blaustein, jefe del área de Salud Mental del hospital Notti, pasó por los micrófonos de Radio News, y analizó la situación en la provincia.
El especialista consideró que la llegada de la pandemia incrementó significativamente las consultas de personas que tienen intenciones de atentar contra su vida.
Sobre la reciente reglamentación, sostuvo: “La ley trata de poner sobre la mesa un tema difícil de abordar, que es multicausal, que es complejo y que la palabra que creo más importante es el respeto a la situación de lo que lleva a alguien a tener el intento de autoeliminación”.
“La pandemia ha generado en todo el mundo, pero lo estamos atravesando todo el aumento franco de consultas”, siguió.
Destacó la importancia de “signos o síntomas” como las “dificultades para poder descansar” o los estados de “nerviosismo o irritabilidad, o las dificultades para desarrollar distintas tareas”.
“Hay que entender que es un sufrimiento, no se corresponde solo con una enfermedad mental como muchas veces se asocia, entonces a veces se presenta con aislamiento y conductas diferentes a las habituales”, continuó.
Tal cual se describía anteriormente, la llegada de la pandemia y el posterior asilamiento complicaron en demasía las cosas.
El galeno reveló que es cada vez más frecuente que niños y adolescentes realicen consultas debido a crisis de este tipo
“Cada vez es más frecuente que ingresen niños con ideas de autoeliminación”, y puntualizó que se han conocido casos de hasta “niños de cinco años”.
Y remarcó la importancia de que alguien pueda escuchar esos pedidos, “sea la escuela, sea el club, alguna institución religiosa o la familia”.
A medida que la charla avanzaba, profundizó: “Desde los 11 de los años esto empieza a darse, y con las características de la impulsividad que se daba en edades más tempranas. Lo que pasa es que el suicidio es un acto voluntario, pero que muchas veces está motivado por situaciones de lo que se considera la violencia”.
Al ser consultado sobre la traumática situación que se vivió durante el día de ayer en el DAD, y el posterior pedido de ayuda y contención a la salud mental por parte de los alumnos, no opinó.
Sin embargo, explicó que “creo que desde los medios tenemos que tratar de evitar el efecto dominó, o sea generar malestar y angustia, pero si es real que hay sufrimiento. La pandemia ha generado mucho sufrimiento”.
Hizo hincapié en la prevención, que “es justamente ir a buscar la atención primaria, detectar y poder brindar un tratamiento”.
“En estos momentos para algunos especialistas se considera que la pandemia está mostrando efectos en la salud mental”, agregó.
Blaustein se mostró a favor de la sentada y del pedido de los alumnos, “en la medida de que haya alguien que los escuché, que no lo vean como una protesta”.
“Argentina tiene que tratar de invertir en prevención, los resultados se ven a largo plazo, pero permiten planificar”, siguió.
Y señaló que “la forma de prevenir es tratar de intentar armar una red, pero real que lo pueda sostener”.
“Muchas veces los mismos adolescentes reconocen que gracias a las famosas redes, les ayuda a sostenerse”, añadió.
“La época que estamos viviendo se considera que ha generado efectos muy fuertes. Insisto, no es agrandar la situación, pero si poder prevenir, informar y educar”, subrayó.
