Tras el cierre de la Copa América y la Eurocopa, los campeones continentales ya están definidos, y el mundo del fútbol se prepara para un nuevo enfrentamiento estelar: la Finalissima entre Argentina y España.
El torneo, que enfrenta a los campeones de la Copa América y la Eurocopa, es un evento de gran magnitud que despierta el interés de millones de aficionados en todo el mundo.
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Sin embargo, el principal obstáculo que enfrentan los organizadores es el apretado calendario de partidos tanto a nivel de clubes como de selecciones nacionales. Inicialmente, se consideró la posibilidad de jugar el partido en 2025, pero esta opción parece estar cada vez más lejos de concretarse.
Además, entre junio y julio de 2025, el Mundial de Clubes se llevará a cabo en Estados Unidos, un evento que también podría afectar la disponibilidad de fechas para la Finalissima.
Por su parte, la Selección de España, dirigida por Luis de la Fuente, también enfrentará dificultades para ajustar el partido en su calendario, especialmente en la segunda mitad del año, cuando estarán concentrados en las Eliminatorias UEFA.
Dado este panorama, la opción más factible sería programar la Finalissima para marzo abril del año 2026.
La sede: un dilema aún sin resolver
Otro punto clave en la organización de la Finalissima es la elección de la sede. En la edición de 2022, el partido se disputó en el mítico estadio de Wembley, en Londres, un escenario de gran prestigio y neutralidad. Sin embargo, para 2025, repetir una sede europea podría no ser la opción más atractiva.
La Conmebol mostroó interés en llevar el partido a Sudamérica, específicamente al estadio Más Monumental de River Plate, pero esta posibilidad parece haber sido descartada.
En este contexto, Estados Unidos emerge como el principal candidato para albergar la Finalissima. Este país, que ya será sede del Mundial de Clubes en 2025 y del Mundial de la FIFA en 2026.
