Portezuelo, IMPSA y reforma constitucional: la oculta trastienda de la visita de Alberto a Mendoza

Lo que se vio y lo que no se vio tanto.

La visita de Alberto Fernández a Mendoza fue muy breve y dejó poco librado a la imaginación. Sin embargo, ocurrieron algunas cosas que escaparon a los ojos de los periodistas.

Las cuenta este domingo Ignacio Zuleta en diario Clarín. Se trata de uno de los periodistas mejor informados de la Argentina.

Habla el colega de 4 “constancias” que darán que hablar:

1) Alberto Fernández le dijo al gobernador Rodolfo Suarez que el gobierno nacional apoyará finalmente el proyecto de construcción de la represa de Portezuelo del Viento. Es un compromiso heredado de acuerdos anteriores con los gobiernos de Kirchner y de Macri, que ahora Alberto avala, aunque le cueste un problema con el gobierno de La Pampa. Se lo dijo cuando es inminente que se abra el sobre definitivo para conceder la licitación de la obra. Implica pagos de la Nación que Alberto cumplió hasta ahora religiosamente.

2) Es el preámbulo de una convivencia mejor entre los mendocinos y la Nación. La prueba viene ahora: el próximo martes 16 se hace la asamblea de accionistas de la empresa IMPSA -Pescarmona, metalúrgica que tiene sede en Mendoza y es una de las más importantes del mundo-. Está en manos de bancos acreedores, pero si se aprueba una ampliación de capital de USD 4 M a USD 20 M, puede quedar en manos del Gobierno nacional (65%) y del de Mendoza (20%). Es una estatización en la línea del cristinismo extremo, pero Mendoza tendrá allí una silla. Es obra de un no cristinista como Matías Kulfas, que obligará a una cohabitación de oficialistas y opositores.

3) Rompió la gravedad del viaje de Alberto la extravagancia de su propuesta de que los bodegueros produzcan vino sin azúcar. Le pareció una genialidad, pero movió a risas de algunos y a reproches de otros. ¿Nadie le prepara los discursos? ¿O quién se los escribe ignora que existe ya el jugo de uva y se vende hasta en los kioscos?

4) La otra prueba de cohabitación se plantó con el pedido de Suarez a Alberto de que el peronismo local, en manos de la cristinista Anabel Fernandez Sagasti, apoye el proyecto de reforma constitucional. Ese proyecto tiene, según el oficialismo local, alta adhesión porque reduce la legislatura a una sola cámara y le crea a los municipios un sistema de coparticipación. El peronismo teme que se autorice la reelección del gobernador, hoy prohibida. Si la hubiera, podría reelegir Suarez. Si no, puede ser la chance de Alfredo Cornejo de regresar. Dudan sobre qué les conviene más.

En la Coviar, Alberto Fernández dio un discurso de ocasión sin grandes anuncios

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