Por qué los republicanos son rojos y los demócratas azules

Todo indicaría que debería ser al revés, pero hay una explicación.

Estados Unidos vive las últimas horas de campaña electoral con la mirada fija en un mapa que va a dividirse en colores rojo y azul. De hecho muchos hablan de “Estados azules” y “Estados rojos” en vez “demócratas” y “republicanos”.

Si bien en muchos lugares el color rojo es representativo de lo progresista, en Estados Unidos los progresistas van de azul y los conservadores de rojo. Pero, ¿por qué?

Es relativamente reciente que se adoptó la manera de atribuir el azul a los Estados, condados o ciudades que votan a los candidatos del Partido Demócrata y el rojo para los que votan al Partido Republicano.

Las primeras veces que se asociaron estos colores al proceso electoral fue en las elecciones de 1972 entre el republicano Richard Nixon y el demócrata George McGovern.

La televisión a color era todavía novedad y los canales televisivos de ese país trataban de innovar. Pero en aquel entonces no se había estipulado un color particular para cada partido.

 

En las elecciones de 1976, algunos canales colorearon de amarillo los Estados que votaron al republicano Gerald Ford, que perdió contra el demócrata Jimmy Carter. En 1980, presentadores de la cadena NBC utilizaron el azul para representar a los republicanos al ilustrar la victoria de Ronald Reagan.

Pero fue en las elecciones de 1996 cuando comenzó la asociación del rojo con los republicanos y el azul con los demócratas. La tendencia se consolidó en las elecciones del 2000, entre George Bush y Al Gore, cuando los mapas ilustrativos con los dos colores sirvieron para aclarar la distribución del voto de esas elecciones.

El periodista David Letterman sugirió esa distribución de colores, y luego periódicos como The New York Times y USA Today decidieron mostrar por vez primera mapas a color en una época en la que casi todas las páginas eran blanco y negro.

La razón para relacionar el rojo con republicano se fundamentó en que ambas palabras empezaban con la misma letra, explicó el editor de The New York Times. El azul quedó por descarte reservado a los demócratas, ya que en esos momentos ya estaba establecido el código bicolor azul-rojo para representar a ambos partidos.

Sin embargo, no es solo el color, sino que los iconos de los partidos son también animales: el burro de los demócratas y el elefante de los republicanos, y tienen más historia.

La imagen del burro surgió durante la campaña electoral de 1828, cuando los rivales del candidato demócrata Andrew Jackson le llamaron “jackass”, o asno. Jackson, en vez de rechazar la imagen, la incluyó en sus carteles electorales y ganó las elecciones contra el republicano John Quincy Adams.

Thomas Nast, un ilustrador republicano de la revista Harper, realizó un dibujo de 1874 donde esbozó un elefante de gran tamaño sobre el que se leía “el voto republicano”, que miraba con cara de enojo hacia el burro demócrata. Se presentaba así al elefante, un ser grande e imponente, frente al burro, pequeño y más débil.

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