Tras las exigencias de Elon Musk, miles de empleados renunciaron a Twitter. Lo que sucede es que el multimillonario les mandó un ultimátum a sus trabajadores a través de un mail.
En el mismo decía que: o se comprometían a trabajar largas jornadas, o renunciaban y recibían una indemnización de tres sueldos.
Para aceptar, los empleados debían llenar un formulario. Si no lo llenaban, significaba que dejaban la empresa.
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El resultado fue sorprendente. Se fueron muchísimas personas de la compañía, entre ellas grandes trabajadores. Por este motivo, Elon Musk habló con algunos de ellos insistiéndoles para que se queden.
De hecho, dejaron su puesto varios ingenieros que se encargan de solucionar errores y evitar cortes de servicio. Si no regresan, la red social puede tener grandes problemas de estabilidad.
