Gutiérrez Sport Club vivió una amarga y polémica eliminación este sábado en los 16avos de final de la Reválida del Torneo Federal A.
El Celeste empató 0-0 ante Independiente de Chivilcoy ante su gente, pero quedó fuera de la competición tras un polémico arbitraje del cordobés Fernando Rekers, que desató la indignación del equipo y de los presentes.
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El equipo mendocino llegaba a este encuentro con desventaja, ya que en la ida había caído por 2-1 en Chivilcoy. Sin embargo, la ventaja deportiva que poseía Gutiérrez le permitía avanzar de ronda con una simple victoria, sin importar el marcador.
No obstante, el desarrollo del encuentro estuvo marcado por decisiones arbitrales que influyeron directamente en el resultado y la eliminación del equipo dirigido por Darío Alaniz.
El Celeste comenzó con intensidad y logró lo que necesitaba en los primeros minutos. Martín Comachi, figura del equipo, abrió el marcador y encendió las ilusiones de la hinchada local. Pero el festejo fue efímero, ya que el árbitro Rekers anuló el gol por un supuesto fuera de juego que generó las primeras protestas. El nerviosismo en las tribunas crecía, pero el equipo siguió buscando la ventaja.
Poco después, otro episodio caliente encendió los ánimos. Una clara falta en el área sobre Franco Saccone fue ignorada por Rekers, quien decidió no sancionar el penal. La bronca de los jugadores y del cuerpo técnico comenzó a escalar, y la sensación de injusticia invadió el ambiente en el estadio.
La expulsión que cambió todo
Como si los reclamos no fueran suficientes, en el minuto 20 del primer tiempo, el partido dio un vuelco que complicó aún más las aspiraciones de Gutiérrez. El árbitro mostró la tarjeta roja directa a Martín Comachi, dejando al Celeste con un hombre menos. La expulsión fue producto de una jugada confusa que, según los locales, no justificaba una decisión tan drástica. Este golpe dejó al equipo desorientado y con la presión de jugar en inferioridad numérica el resto del partido.
Más decisiones polémicas y frustración total
A pesar de la adversidad, Gutiérrez no bajó los brazos y continuó buscando el gol que le diera el pase a la siguiente fase. Sin embargo, la historia del partido parecía escrita en contra del equipo mendocino.
En la segunda mitad, Nicolás Arce se preparaba para ejecutar un potente disparo dentro del área, cuando fue derribado en lo que parecía un claro penal. Nuevamente, Fernando Rekers ignoró el reclamo y dejó seguir el juego, desatando la ira de los jugadores y los hinchas que no podían creer lo que veían.
Con el correr de los minutos, la desesperación fue en aumento. Gutiérrez no logró encontrar la forma de vulnerar la defensa de Independiente de Chivilcoy, y el pitido final del árbitro sentenció la eliminación.