Mau y Ricky estaban preparados para ver el mejor show de su equipo, ya que en la batalla de este martes debían enfrentarse sobre el escenario Esperanza Careri y Jessica Amicucci, dos de las mejores participantes de La Voz Argentina. Las jóvenes habían contado con el coacheo de los hermanos Montaner y de Nicky Nicole, de quien ambas se mostraron admiradores. Sin embargo, los consejos de la intérprete de Wapo Traketero, quien claramente les dijo que “son dos minas que si se unen la rompen”, parecen no haber hecho mella en ellas. Y es que, llegado el momento de la verdad, no pudieron dejar de lado sus individualidades para lucirse como un dúo.
La presentación de Marley, conductor del certamen de talento de Telefe, estuvo cargada de expectativas. “Ella tiene 30 años, es de Belgrano, es abogada y tiene un hijo. Se dieron vuelta los cuatro pero la ganaron Mau y Ricky”, señaló dando lugar al ingreso de Jessica. Y, enseguida, se encargó de anunciar a Esperanza diciendo: “Tiene 21 años, es de San Martín, le dicen la Aretha Franklin mendocina, es mitad venezolana y mitad argentina y también se dieron vuelta todos”. El tema elegido por ambas para este desafío fue Love on top, un éxito de Beyonce del año 2011. Pero la cara del jurado se fue desfigurando a medida que la canción avanzaba…
“Las dos son grandes cantantes, por algo en aquella audición nos dimos vuelta los cuatro. Honestamente, creo que no funcionó la batalla. Son dos voces muy geniales y ninguna se lució”, comenzó diciendo Lali Espósito a la hora de la devolución. En consonancia con ella, Ricardo Montaner acotó: “A veces nos sucede que en lugar de dejar en el equipo a quien lo haya hecho mejor, dejamos a quien menos mal lo haya hecho”. Sin embargo, la que pareció dar en la tecla con su apreciación fue Soledad Pastorutti, quien aseguró: “No hace falta que sean amigas, pero sí profesionales para entender que cuanto mejor me acoplo a la otra mejor me va a ir a mí”.
Lo cierto es que la decisión la tenían los creadores de Mi mala. “Se les voltearon las cuatro sillas a las dos, estaban en la cima de lo que se puede estar en este programa. Lo máximo que les puede haber pasado es que las cuatro sillas se dieran vuelta. Y hoy están aquí. Si hubieran cantado así en las audiciones a ciegas, la verdad y con toda humildad, no nos hubiésemos dado vuelta ninguno”, comenzó diciendo Ricky. Y dijo que quería que esto fuera un ejemplo de “superación” para quien quede en el certamen. “Porque nos fuimos al carajo. Las amo, pero las modulaciones y las armonías no las pegamos. Y me parte el corazón porque, para nosotros, esta era nuestra batalla estrella”, señaló.
Entonces, Mau intentó dar su opinión, pero Jéssica lo interrumpió y pidió la palabra. “La verdad, yo no estoy acostumbrada a cantar esta canción en esa tonalidad. Y fue muy duro trabajar. ¿Puedo ser honesta? Si estaba muy nerviosa, también tuvo que ver con eso. Fue muy difícil”, señaló la participante. “¿Lo dices por la canción?”, le preguntó Ricky. Y, para sorpresa de todos, la joven se despachó diciendo: “No, fue difícil trabajar juntas. Hubo dos ensayos en los que no quiso cantar. Y yo, aunque esté enferma, voy y canto igual”.
Frente a esto, Esmeralda intentó su defensa: “Yo la verdad que soy muy alérgica y, cuando llegué a Buenos Aires, estuve sin voz. Y Feli, que es la que nos asesoraba, me dijo: ‘Prefiero que no cantes en estos primeros ensayos -porque tuvimos dos más- para que estés bien después. Son muchos días lejos de mi casa. Yo yo lo único que hice fue repasarla (la canción) pero marcándola”. “¿Pero la llamabas a ella y querías, aunque sea la distancia, repasarla?”, le consultó Lali. “Le dije, pero ella me dijo que prefería no hablar conmigo…”, respondió la participante.
En ese momento, Ricky se puso de pie y volvió a tomar la palabra para marcarle a Jéssica que, en las partes donde cantaba sola, también había cometido errores. “Pero es diferente tener buena onda”, insistió ella. A lo que Mau agregó: “Yo soy un tipo que me inclino siempre más que por el talento, por el tipo de persona que son los que están parados ahí al frente. Yo sé que ustedes dos son buenas personas. También sé que estamos en un programa en el que, posiblemente, uno sienta que está peleando por su vida en la carrera musical. Lo entiendo. Y entiendo que no siempre las cosas están como uno quiere. Es más, le voy a dar una noticia que quizá no les guste, pero la mayoría de las veces no van a estar las cosas como a uno le gusten”.
Luego, el mayor de los hermanos fue categórico: “Aquí hay dos opciones: o uno la pasa como el culo, perdón Montaner por la palabra, o uno dice ‘estas son las cartas que me tocaron’. Si uno decide aprovecharlo, cool. Eso está en ustedes. Yo espero que la persona que se quede retome y nos demuestre con el corazón que quiere y que se merece estar aquí. Pero la verdad es que a ninguno de los dos nos provoca tanto trabajar con gente que no está dispuesta a decir: “No importa, yo hago lo que se tenga que hacer’. Porque en esta vida, para llegar a los niveles que ustedes quieren llegar, hay que hacer lo que sea”.
Finalmente, Mau y Ricky decidieron que continuara en su team Esperanza. Sin embargo, el padre de ambos tocó el botón rojo y se “robó” a Jessica, quien a partir de este momento continuará en su equipo. “Si yo estoy en esta silla esta noche, es porque alguna vez alguien me dio una segunda oportunidad”, dijo Ricardo para justificar su decisión.