(RT) El presidente de Chile, Sebastián Piñera, autorizó este martes a las Fuerzas Armadas a cooperar en el control fronterizo para “combatir la inmigración ilegal“.
A través de la modificación del decreto 265, Piñera encomendó a las fuerzas armadas dar “apoyo logístico, tecnológico y de transporte” a los organismos encargados de la seguridad en el control de las fronteras.
AHORA – El Pdte @sebastianpinera junto a los ministros @RodrigoDelgadoM de @min_interior y @bprokurica de @mindefchile, firma decreto que permite que las FF.AA. apoyen en el control de la migración ilegal por pasos no habilitados #ControlDeFronteras pic.twitter.com/0iIOTrpFld
— Prensa Presidencia de Chile (@presidencia_cl) January 12, 2021
Según dijo el mandatario en una rueda de prensa, el Gobierno busca con esto “proteger la seguridad y mejorar la calidad de vida de todos los habitantes del país, sean chilenos o extranjeros”.
“El objetivo es mantener las puertas abiertas y acoger a la migración legal de aquellos que vienen a Chile cumpliendo con nuestras leyes y a aportar el desarrollo de nuestro país, pero al mismo tiempo combatir la inmigración ilegal de aquellos que pretenden entrar sin cumplir nuestras leyes“, dijo el presidente. Y añadió que la medida va en línea con lo dispuesto por la nueva Ley de Migración que impulsó el Gobierno y fue aprobada por el Congreso.
Según Piñera, una vez que la normativa sea promulgada por el Ejecutivo, Chile podrá tener “una migración más segura, más ordenada y más regular”.
En su discurso, el jefe de Estado afirmó que el foco de esta medida estará puesto en la región norte, donde existen, aseguró, 32 pasos ilegales, por medio de los cuales “organizaciones criminales, dotadas de cuantiosos recursos (…), ingresan al país drogas, armas, contrabando y violencia“.
La nueva ley de Migración que está a punto de entrar en vigencia fue una propuesta del oficialismo, que la impulsó bajo el lema “ordenar la casa“. Si bien reemplaza una vieja legislación que data de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), la normativa endurece las obligaciones para los extranjeros en Chile, y ha sido cuestionada por organismos de derechos humanos.
Entre otros puntos, la ley establece que el extranjero que quiera ingresar como residente deberá pedir una visa consular en su país, al tiempo que dispone que, si un turista consigue un trabajo en Chile y quiere modificar su registro a residente, ya no podrá hacerlo, salvo por un caso de ‘reunificación familiar’.