Si bien los servicios de streaming como Spotify o Pandora reinan el mercado musical, muchos no han olvidado los tradicionales e históricos discos de vinilo.
Lo que sucede es que, en el último tiempo la venta de estos productos dieron un salto significativo y soprendente. Por ejemplo, en 2021, las ventas por álbumes crecieron un 61% y y alcanzaron 1.000 millones de dólares por primera vez desde la década de 1980. Así lo informó la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (RIIA, por sus siglas en inglés).
Las giras musicales canceladas y la gente atrapada en casa por la pandemia fueron algunos de los factores principales que dieron impulso a la compra de estos productos.
Es más, algunas generaciones de músicos jóvenes se han pasado al vinilo, entre ellos Adele, Ariana Grande y Harry Styles. Además, personas de corta edad están comprando tocadiscos, vinilos y casetes.
Las principales compañías discográficas cerraron sus plantas hace mucho tiempo, pero están surgiendo otras nuevas.
En 2017, el cantante y guitarrista Jack White abrió su propia planta de prensado de vinilo, Third Man Pressing, en Detroit, y suplicó a los principales sellos discográficos que reabrieran las instalaciones de fabricación.
Ahora hay aproximadamente 40 plantas en Estados Unidos. Como es tanta la demanda de producción que tienen, hay retrasos. Por ejemplo a nivel nacional en EEUU, hay que esperar de seis a ocho meses para obtener el producto deseado.
No solo es la demanda, sino que las interrupciones en la cadena de suministro de materias primas también han causado problemas.