¿Pero qué m*%$#! es esto? Bienvenidos a Filoflashar

¿Por qué comenzar un título con una pregunta? La primera oración del texto también viene siendo una pregunta, porque es básicamente de lo que tratara esta columna, de preguntarnos cosas, indagar juntos lo que sea, por el mero hecho de preguntar. Esperá… ¿Por qué preguntamos?

En vez de explicarles de qué va a tratar esto directamente, como iba a hacer en un principio, por ejemplo, mostrándoles, detalles como que el nombre de esta columna es un juego de palabras entre filosofar y “flashar”-lo cual debe ser absurdamente obvio– voy a poner manos a la masa directamente con esta primera cuestión que no tenía pensado tratar, pero salió tan intempestivamente que no podía dejarla pasar, y me parece un ejercicio mucho más redituable ir explicándoles el camino mientras lo vamos transitando, como viendo una película sin tráiler.

 

La cuestión en cuestión es esa misma ¿Por qué nos cuestionamos? ¿Por qué cuestionamos? Lo primero que habría que desglosar en este problema es ver las condiciones para que esto suceda. Lo que podemos observar es que son necesarias 2 cosas. A saber:

  1. una persona.
  2. que esa persona no sepa o no entienda lo que tiene al frente.

Si nos ponemos en académicos podríamos decir la dualidad sujeto-objeto, pero SURPRISE! ¡Acá no estamos para ser académicos! Porque esto al fin y al cabo esto es entretenimiento, aunque no quiere decir que no nos vamos a tomar enserio los diversos temas que indaguemos –tal vez demasiado en serio-.

1. Persona humana

Retomando, a esta primera impresión la vamos a argumentar, una persona, parece obvio, pero el chiste acá es taladrar lo obvio.

Los humanos somos lo seres preguntones, hasta ahora no conocemos otro ser vivo que lo haga –si conocen otro avísenme-. Si nos ponemos como ombligo del universo, esto es en una postura antropocentrista. Al mirar para “abajo” tenemos plantas, animales, hongos, bacterias etc. Notamos entonces que ninguno de ellos se pregunta –o por lo menos no lo hacen de una forma que podamos charlar con ellos para enterarnos– están sin drama, viven sin más.

Ahora al dirigir nuestra atención hacia “arriba” no vemos nada, por lo menos con suficiente certeza, para que nos lo digan. Ojalá llegara un alien y me refute diciendo: –ché, wacho, qué agitas, nosotros nos preguntamos bochas de cosas también. Y si queremos enroscarnos y proponer como seres superiores ángeles, dioses, etc. –y dejamos de lado lo que dijimos de que “no vemos nada”- probablemente ellos no se pregunten, por eso mismo que son superiores, porque la condición número 2 no la tendrían, ellos sí sabrían lo que tienen al frente. Al ser más perfectos no desconocerían la cosa, lo único que no reconocerían es la ignorancia.

En Evangelion los “seres superiores” son aliens y ángeles a la vez, y me parece fantástico
2. No saber

Así llegamos a la segunda condición, que es no saber. La ignorancia es la condición fundamental y necesaria para preguntarnos. Y creo que por acá está el meollo de la cuestión. Preguntamos para saber, y para saber primero no tenemos que saberlo –como dije acá taladramos las obviedades-.

Desde que nacemos no sabemos, podríamos decir que ese es el punto más álgido de la ignorancia, pero cada vez que aprendemos algo, más aprendemos qué es más lo que ignoramos. Las respuestas nos traen más preguntas, como si fuéramos un pocito y cada vez que lo queremos llenar con un poco de agua esta erosiona el suelo dejando el pozo más grande que antes, y mientras más agua más vacío.

Orgullosamente Homo Ignorants

Es gracioso que nos autodenominamos como homosapiens o hasta homosapiens-sapiens –la caradurez–. Somos homo ignorants –lo tuve que googlear, lo mío no es el latín-. Y para que no se malinterprete, no es a modo peyorativo la descripción, todo lo contrario. Vengo a reivindicar la ignorancia como una característica inherentemente humana. Me gusta decir que todos somos ignorantes, pero no todos ignoramos lo mismo.

¿Homo Sapiens-Sapiens? La caradurez…
Es esa entonces la esencialidad de por qué nos preguntamos, porque nacemos, crecemos y morimos ignorantes, pero con una ignorancia distinta en cada momento del proceso.Lejos de ver esto como una fatalidad, me parece buenísimo. Porque aprender, descubrir y entender es muy entretenido y si el estanque crece cada vez más, tenemos material para rato. Como si nuestra serie preferida nunca fuera a terminar, solo hasta que queramos apagar la televisión.

Los invito a Filoflashar

No dejemos de preguntarnos, porque es lo que somos y de eso se trata básicamente esta columna. Vamos a cuestionarnos todo, pero de una forma lúdica, sin limitarnos en preguntas existencialista o banales, en problemas eternos de la filosofía o porque prefiero lo salado a lo dulce.

Vamos a charlar-sí, sé que es un monólogo pero me gusta pensar que si me siguen es como si hablaran conmigo, y de paso me pueden dar feedback en mis redes– e indagar contenidos pop o no, del tipo “¿es Thanos un eco terrorista? ¿Si gorreo a mi pareja le tengo que decir? ¿El mundo está cada vez más destruido? ¿Hormiguitas es propaganda marxista? ¿Por qué la colorada se tiene que lavar con champú si tiene una hermosa cabellera?  Y lo que sea que se me ocurra de manera laxa y relajada, pero con un toque, un toquecito, de rigurosidad para que nos guíe.

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