A partir del 1 de julio, comenzó la implementación de la Ley de Receta Electrónica en todo el país. La nueva normativa, que otorga a las provincias un plazo de 180 días para adecuar a los usuarios y prestadores al nuevo sistema, marca un importante paso hacia la digitalización de la salud en Argentina.
Durante este período de transición, las farmacias continuarán aceptando recetas en papel. Federico Baigorria, director de Salud Digital de Mendoza, comentó sobre la implementación gradual de este modelo en la provincia: “El modelo de aplicación tiene que ser gradual en todas las provincias.
VER: Cornejo lanzó una línea de créditos clave para los productores: los requisitos
Baigorria también destacó que en Mendoza no se piensa únicamente en el acto de la prescripción, sino en cerrar el circuito con la dispensa del medicamento en la farmacia.
“En el ámbito público, en el sentido de la implementación de la prescripción electrónica, hay un sistema que está integrado a la historia clínica y al proceso de dispensa, cerrando el circuito aportando seguridad y transparencia al paciente, y a la toma de decisiones de los distintos actores. Hay que ir adaptando los procesos administrativos, pero acá en la provincia la prescripción y la dispensa estarán atadas a la historia clínica”, explicó.
En cuanto al plazo de transición, Baigorria expresó sus reservas: “Los 180 días para la adecuación me parecen poco, porque hay decisiones que tomar en el medio, por ejemplo, la integración de las prescripciones. Si alguien se atiende en un lugar público y tiene OSEP, va a tener dos modelos de prescripción, dos plataformas de consulta, y la segmentación de la tecnología la tendría que resolver como usuario. Es decir, hay que definir pasos para que los usuarios no tengan que resolver ellos mismos la interoperabilidad de los sistemas de segmentación”.