La cerveza es uno de los máximos atractivos para quienes visitan Bélgica. Los bares de Bruselas, Brujas y otras ciudades se llenan cada noche de locales y turistas que beben algunas de las variedades de rubias y negras.
Más al este, en Gante, el bar Dulle Griet ofrece más de 500 variedades de cerveza. Harto de los robos, a su dueño se le ocurrió una drástica idea: quienes quieran tomar un trago tienen que entregar uno de sus zapatos al mesero.
El método, que ya se volvió viral en redes sociales, busca evitar que las personas se lleven el vaso de su cerveza más popular. Se trata de la cerveza Kwak de 1,2 L.
En este caso, los zapatos se van poniendo en una canasta que se sube hasta el techo del local mediante una polea. “Ahora la canasta con zapatos se ha vuelto una de las atracciones del local. Pero para nosotros funciona como una garantía para que no se lleven los vasos que fabricamos especialmente para nuestro negocio”, declaró su dueño.
Luego, una vez se termina la cerveza y ya se realizó el pago, el mesero puede devolver la zapatilla o zapato.
Es que uno de los muchos atractivos de Bélgica es, además del chocolate, su cerveza, la cual cuenta con su propio vaso personalizado. Este no es gratis ni viene incluido con la cerveza, pero muchos turistas buscan la manera de llevarla como un “recuerdo” escondido.
Los vídeos de distintos influencers que visitaron el bar se volvieron populares y recibieron distintos comentarios al respecto. Algunos se preguntaban por el olor del lugar, incluso, quienes habían ido, afirmaron que “olía fuerte”. Mientras que otros no querían colocarse en el lugar de quienes necesiten ir al baño del bar sin zapatos.
Pero, sin duda, el comentario que más se repitió tenía que ver con el mozo, quien debe agarrar cada zapato sin importar el olor y ponerlo en la canasta. Esto no sólo los ha librado de los robos de vasos, sino que los convirtió en tendencia mundial.