A través del decreto 302, el Ente Nacional de Telecomunicaciones (Enacom) eliminó todos los topes que impedían los aumentos de las tarifas de internet, celulares y TV por cable. La medida comenzará a regir a partir del 1 de julio, desde allí las prestadoras de servicios podrán cobrar los precios que crean convenientes.
El nuevo decreto anuló otro emitido bajo la presidencia de Alberto Fernández, que declaraba a los servicios como públicos esenciales y estratégicos y le otorgaba la facultad al Enacom de regular las tarifas.
“Los licenciatarios de Servicios de TIC fijarán sus precios, los que deberán ser justos y razonables, cubrir los costos de la explotación y tender a la prestación eficiente y a un margen razonable de operación”, expresa el reciente decreto.
Esta medida impactará de lleno en los bolsillos de los usuarios, ya que según un informe presentado por la Cámara Argentina de Internet (Cabase), el 67% de las familias argentinas tomaron alguna medida para reducir el costo de su servicio de conectividad.
El estudio también señala que el 65,3% de los hogares tomaron medidas para reducir el costo de su servicio de TV paga como consecuencia del contexto económico que atraviesa el país.
Entre esas medidas se encuentran reducir su costo, ya sea a través de un acuerdo con su proveedor o por un cambio hacia otra empresa con menor precio. En la actualidad, el costo promedio del servicio de internet fijo a nivel nacional es de 20.035 pesos.