Santiago, de 13 años, se encontraba internado en la unidad de terapia intensiva pediátrica del Hospital schestakow, aguardando que su obra social le apruebe un vuelo sanitario para poder viajar a Buenos Aires y hacerse atender en el Hospital Garraham, algo que finalmente sucedió.
Unas horas antes, Pablo Quesada, padre del menor, en dialogo con Diario San Rafael habló sobre el estado de su hijo, quien padece el síndrome de Brugada.
Este es sufrido por cinco chicos en todo el país y se trata de un trastorno del ritmo cardiaco muy poco frecuente aunque altamente mortal. Quienes sufren este síndrome ostentan una mayor posibilidad de tener ritmos cardiacos irregulares que comienzan en los ventrículos.
El tratamiento tiene como objetivo la prevención, evitando la fiebre y el agravamiento de los medicamentos.
Asimismo, Santiago tiene un cardiodesfibrilador que fue colocado en el Hospital Garraham. Según aclaró el padre, “es un niño que está monitoreado a través de un registrador de eventos, que también tiene colocado en el pecho. Cuando sus pulsaciones bajan a cierta medida, el cardiodesfibrilador le produce una descarga eléctrica”.
Dos semanas y media atrás, la familia había ido a hacer atender al menor en el Hospital Notti ya que, debido a la pandemia, no podían viajar a Buenos Aires: “Nos atendieron los electrofisiólogos que son externos, lo controlaron, volvimos y él ha tenido seis descargas eléctricas en la última semana y media; lo internamos acá y tuvimos una teleconferencia con el doctor Maldonado del hospital Garrahan y él pidió su traslado urgente para controlar el cardiodesfibrilador y ver si hay que hacer algo más, porque evidentemente no está funcionando bien”, explicó Quesada.
Tras algunas gestiones realizadas por el Municipio de San Rafael, se logró agilizar el vuelo de Santiago a Buenos Aires, donde fue atendido en el Hospital Güemes ya que en el Garraham no había camas de terapia intensiva disponibles.
El padre del menor contó que su intención no es ir contra la obra social ya que los tiempos del niño no son los mismos que los de la burocracia y que hace más de tres años que le brindan los tratamientos que Santiago necesita.