A los 95 años de edad, este sábado murió Benedicto XVI en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su renuncia al pontificado en 2013.
“Con pesar doy a conocer que el Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido hoy a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano. Apenas sea posible se proporcionará mayor información”, dieron a conocer desde la oficina de Prensa Vaticana.
El pasado miércoles 28 de diciembre, su sucesor, Francisco, admitió que el papa y teólogo alemán estaba “muy enfermo” y pidió “una oración especial” a los fieles que asistían a su audiencia general.
Luego, el vocero de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que la situación de Benedicto XVI se habían “agravado a causa de su avanzada edad”.
El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, remarcó en reiteradas ocasiones que este era como “una vela que se apaga lenta y serenamente”.
Luego, desde la Santa Sede aseguraron que Benedicto XVI había “logrado reposar bien en la noche, estaba absolutamente lúcido y atento” y permanecía “estable” pese a la gravedad.
Una situación que continuó el 30 de diciembre, cuando presentó condiciones “estable”, aunque pudo asistir a una misa celebrada en su habitación.
Finalmente, horas atrás, Joseph Ratzinger murió y el hecho causó conmoción a nivel mundial.