Guadalupe Belén Lucero, la niña vista por última vez el 14 de junio de 2021 cuando jugaba en la puerta de su casa en el barrio 544 viviendas de la ciudad de San Luis, lleva desaparecida cerca de 10 meses.
Y si bien los investigadores a cargo de la causa no descartan ninguna hipótesis por la complejidad del caso, consideran que hay indicios que no fueron analizados en profundidad al comienzo de la investigación.
En diciembre de 2021, la investigación fue derivada al fuero federal cuando el juez de Instrucción Penal 2 de San Luis, Ariel Parrillis, remitió finalmente el expediente bajo la carátula de “averiguación privación ilegítima de la libertad y/o apropiación”, con el argumento de que la niña ya no estaría en la provincia.
Hasta ese momento, la investigación había sido por “averiguación de paradero”.
La causa quedó a cargo del fiscal federal de San Luis, Cristian Rachid, quien tiene la colaboración del equipo de fiscales designados por la Procuración General de la Nación, compuesta por Marcelo Colombo y María Alejandra Mángano, titulares de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), y Leonel Gómez Barbella, al frente de las fiscalías Nacional en lo Criminal y Correccional Nº8 y Nº32.
Mientras que los investigadores sostienen que “no hay que descartar ninguna hipótesis”, consideran que también es importante profundizar las líneas de trabajo que no fueron exploradas en un primer momento, entre ellas, la posible vinculación del entorno cercano de Guadalupe con un móvil económico financiero. En tal sentido, Yamila Cialone, la mamá de Guadalupe, reveló que recibió una carta anónima desde Bahía Blanca que afirmaba que su hija estaba en Anchorena, San Luis.
Anchorena es una localidad argentina del Departamento Gobernador Dupuy, al sur de la provincia de San Luis. Se llega por la Ruta Provincial 55 y está aproximadamente a unos 300 kilómetros de la capital puntana. “Estoy totalmente indignada. Yo no entiendo cómo, si hay un operativo con una pista adónde puede estar mí hija, dato que llegó a mí directamente por Correo Argentino desde Bahía Blanca, no se realice un allanamiento”, contó en sus redes sociales.
Según Cialone, le llegó a su domicilio una carta con “dirección y calles de la localidad Anchorena de San Luis” indicando que ahí estaba su hija, pero aclaró que la persona que vivía allí no le permitió el ingreso a la Policía. “La persona se niega al ingreso al domicilio para el chequeo correspondiente, después dice sufrió un atropello y un mal momento. ¿Y yo como madre, qué? ¿me quedo con el sabor amargo de saber que no se verificó bien por qué se negó?”, disparó.
Visiblemente molesta, la mamá de Guadalupe remarcó que si el dueño de aquel domicilio en Anchorena no tiene nada que esconder, tan solo era “cuestión de cooperar” con las autoridades. “El dato me vino de una carta desde Bahía Blanca por correo Argentino, no de una vidente. Yo entiendo que es horrible que te allanen tu casa, lo comprendo, pasé por 6 meses de atropello de la justicia provincial, hostigando, entrando a mí casa las veces que fueron necesarias como la de mucha gente, pero al menos yo en total libertad porque nada tengo que ocultar ni cubrir, y jamás inicié acciones legales contra nadie por los malos momentos, malos tratos”, manifestó.
Por medio de un contundente descargo en su cuenta de Facebook, Cialone se mostró más que furiosa, y enfatizó que a los efectivos “no les costaba nada” chequear esa propiedad y acusó al dueño de aquella vivienda de hacer trascender la noticia de la carta a los medios de comunicación. “Debió señor ‘Carlos’ (de Anchorena) en resguardar la información y evitar hablar en los medios. Sea lo que sea que le pasó, ¿qué necesidad de hacerlo saber ?. ¿Qué necesidad de hacerlo público? Ni yo como madre publiqué los procedimientos, los allanamiento. Porque no se sabe dónde puede estar Guada y hacerlo público solo lo empeora”, lanzó.
Y siguió: “Si entendiera al menos la situación y se pusiera en el lugar de la familia, entendería que uno hace lo necesario por encontrarla, como creo que haría usted con su nieta. Lamento mucho el mal momento que tuvo que pasar. Esto pasó el jueves, Y estoy al tanto de todo. Quiero aclarar que la información y el dato por el cual la Policía Federal fue hasta ese domicilio no fue por una vidente. Más allá de eso, no entiendo porqué casi siempre en los medios las notas se burlan discretamente porque se realizan trabajos con videntes. Entiendan los medios que nunca se sabe quién está disfrazado dando datos. Entonces no se puede descartar nada“.
Por ahora, la investigación está apuntada al análisis de líneas de celulares y de la activación de celdas (espacios de cobertura de una antena de telefonía celular) en la zona de la desaparición y en el momento en que pasó, con el objetivo de detectar titularidades de líneas y su uso efectivo. En su momento, se llevó a cabo el pedido de datos realizado por la Justicia puntana a la empresa Google, sobre las activaciones de cuentas de Gmail detectadas desde celulares, computadoras y tablets en el día y el lugar de los hechos. La compañía respondió una parte de la solicitud en noviembre de 2021. Al mismo tiempo, se están efectuando investigaciones patrimoniales, según la línea de investigación principal.
Guadalupe Lucero, que cumplió 6 años el 8 de febrero pasado, fue vista por última vez en la casa de su tía, en el barrio 544 Viviendas, de San Luis, durante un festejo de cumpleaños familiar, en momentos que jugaba con sus primos en la vereda. Cerca de las 19 del 14 de junio de 2021, su madre salió hacia la calle para ponerle una campera y enseguida volvió al interior de la casa, pero después ya no la vio más. Declararon cerca de 600 testigos, se efectuaron más de 400 allanamientos y se hicieron casi 1300 procedimientos, que hasta ahora no han arrojado ninguna pista certera que permita trazar una línea de investigación contundente sobre el paradero de la criatura.