Messi y sus confesiones en una imperdible entrevista a corazón abierto

La Pulga habló con Diario Olé y dejó varios títulos interesantes.

Lionel Messi es el gran protagonista de una entrevista exclusiva con el diario deportivo Olé, que este sábado publicará una edición de colección de 112 páginas por sus Bodas de Plata que se cumplen el domingo.

La Pulga se abrió a hablar de su intimidad con el director del diario, Mariano Dayan, y el editor Hernán Claus. Allí, además de hablar sin filtros, se le entregaron dos regalos: un cuadro con una tapa especial de Olé, con un marco bañado en oro y hecho por el reconocido orfebre Juan Carlos Pallarols, y un diario personalizado de 80 páginas, impreso, con su vida.

Cuando no hay fútbol, se distiende jugando al Pádel con Pepe Costa. “Me gusta el tenis, el pádel, y me gusta jugar al pádel, la paso nomás, ja. Juego con Pepe de compañero, y juega bien, pero yo corro y el mete la calidad. No es que juguemos mucho porque tenemos partido cada tres días pero me gusta”.

El inicio de la barba: “El tema de la barba fue que llevaba mucho tiempo afeitándome, yo estaba con Gillette y me decían que dentro de lo posible fuese afeitado. Luego dije, ya no me afeito más. Luego en la Copa América de 2016, había muchos con barba y me fue quedando y lo dejé. Por ahí me agarra la locura y la saco o me dejo el pelo largo”.

La distancia con su hogar: “Siempre era llorando la vuelta de Rosario, quería volver para seguir haciendo lo mismo, pero me costaba dejar todo lo que tenía, sabía que tenían que pasar al menos seis meses para volver. También he perdido muchas amistades, era muy difícil la comunicación. Hoy cualquier chico de 13 o 14 años tiene un teléfono, y en esa época no. Más en Argentina, era muy difícil y las relaciones se iban perdiendo. He dejado de hablarme con mucha gente por la distancia”.

La milanesa de casa: “La salsa que va encima de la milanesa, comí muchísimas o muy buenas, pero esta es la primera, la que comí en casa. Otros también las probaron y aseguran que es verdad. Es la que comí de chico, más seguido”.

Llegada al Barcelona: “La verdad que tomar esa decisión fue difícil, pero al mismo tiempo fue rápida. Ni lo dudé, sin pensar. Fue duro porque cuando yo llegué no podía jugar por un tema de papeles, después empecé y me lesioné. Estuve casi un año sin poder competir. Me entrenaba, que no era lo mismo. Y después tuve la suerte de que a partir de ahí fue todo muy rápido”

Sus hijos: “Yo tengo la suerte de estar prácticamente todo el día con ellos, poder llevarlos al colegio, ir a buscarlos, llevarlos a fútbol, a otras actividades y me encanta. Lo que más disfruto es el despertarme, el desayunar con ellos… Aunque a veces los quieres matar, ja, ja, ja”

Lo complicado de ser Messi: “Más que nada, el tema de las salidas. Que por ahí quieres pasar inadvertido y meterte donde hay mucha gente o en un centro comercial por ahí es más complicado, pero tampoco pasa de que te conozcan, de una foto, de eso… Pero también tienes… Es que hay momentos que uno quiere estar sin esa presión. Es que muchas veces también tienes tus locuras. Y estás loco porque no quieres cruzarte con nadie. Por ahí la gente te pide una foto o un autógrafo, y por ahí no quieres saber nada. A Thiago no le gusta, no le gusta que lo reconozcan… El carácter de él es muy tímido y la pasa mal. Y Mateo todo lo contrario, le chupa un huevo que lo reconozcan, o que digan esto o aquello, le da lo mismo. A Thiago lo baja y le cuesta un poquito más. Pero ellos dos ya se dan cuenta”.

¿De qué se arrepiente?: “De no haber pedido camisetas antes a jugadores que he enfrentado cuando era chico. Como la de (el brasileño) Ronaldo, la de Roberto Carlos, jugadores que me enfrenté y hoy digo me hubiese gustado tener esa camiseta”.

La Copa de este año: “La verdad es que la última Copa del Rey fue especial por el momento en que estábamos también, el club viene de un par de años donde no la veníamos pasando bien por diferentes resultados y por títulos. Porque es un vestuario muy joven, con mucha gente, y gente nueva, y esta Copa del Rey para el vestuario fue un punto de inflexión, y muy importante”

Artículos Relacionados

Volver al botón superior