Mendoza, Neuquén, Salta y Jujuy fueron las provincias más afectadas por la caída del salario en el último año frente a la inflación. Por su parte, Tierra del Fuego fue la única donde “el factor empleo compensó”.
Un estudio de la Fundación Mediterránea, al que tuvo acceso NA, reveló que en la Argentina los niveles salariales y de costo de vida “resultan muy disímiles entre provincias”, lo cual se produce, entre otros motivos, por precios más altos, costos de transporte y nivel de competencia.
El informe señaló que en 2021 “en el mejor de los casos se logrará equiparar a la inflación”, proyectada en torno al 48% por las consultoras. Tras las elecciones, “se espera que se levanten algunas ´anclas´, por lo que es probable que se acelere la inflación, con riesgo para el salario real”, indicó el estudio.
“Los salarios serán más altos en las provincias con mayor productividad en sus sectores productores de bienes transables, que por ende pueden pagar genuinamente mayores salarios. Sería el caso de las jurisdicciones centrales de Argentina: CABA, Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Mendoza”, puntualizó.
“En el último año, con una inflación acumulada del 40,4% al primer trimestre, la disminución de salarios reales fue desde 2% en Tierra del Fuego a 10% en Neuquén, con un promedio de caída del 3,8%, considerando los índices de precios regionales”, remarcó.
Al incluir el número de empleos registrados en el período, se ve una caída mayor de la masa salarial, del orden del 6% interanual en términos reales, evaluó. De ese modo, el informe puntualizó que Neuquén, Mendoza, Salta y Jujuy fueron las provincias más afectadas, mientras que Tierra del Fuego fue la única en la que “el factor empleo compensó la caída de salarios”.
“Si se amplía la mirada a lo ocurrido en la última década, se tiene que la caída de poder adquisitivo del salario fue desde 4% en San Juan y Formosa hasta 27% en Tierra del Fuego, con un promedio de reducción del 8%”, remarcó.
A su vez, el mayor deterioro ocurrió en las provincias patagónicas por la declinación de precios de hidrocarburos y los problemas fiscales de sus administraciones provinciales, manifestó: “Focalizando en la evolución de la masa de ingresos formales, que depende de los salarios pero también del empleo, para el período 2011-21, la mayor contracción en términos reales se observa en provincias como Catamarca (-26 %), La Rioja (-22 %), Tierra del Fuego (-20 %) y Chubut (-18 %)”.
En el otro extremo, se ubicó el incremento de 4% registrado en Neuquén, una provincia en la que el empleo aumentó 24% en el período. En los últimos tres años, con la recesión económica, la caída de poder adquisitivo del salario fue desde 8% en San Luis y Santa Cruz hasta 25% en Tierra del Fuego, con un promedio de baja del 11%.
“También fueron importantes las reducciones en La Rioja, Neuquén y Catamarca, de entre 19 y 16%”, calculó.
Sostuvo que, además, la cantidad de puestos de trabajo registrados “se vio sensiblemente afectada, con una merma de 442 mil puestos en el total nacional respecto al primer trimestre 2018, derivando en una contracción de la masa real de ingresos formales aún superior a la del salario”.
“Las pérdidas fueron de dos dígitos en todas las jurisdicciones, desde una variación negativa de 10% en San Luis hasta el 31% en Tierra del Fuego”, alertó.
En cuanto a las negociaciones salariales ocurridas durante la última década, precisó que “sólo en 2013 la pauta de incremento salarial recomendada por el Gobierno nacional fue convalidada por la mayoría de los sectores, en un contexto en el que la inflación de cada año superaba a las recomendaciones oficiales de pauta salarial”.