Casi todos los mendocinos vivieron la experiencia de subirse al icónico tranvía de compras que recorría diferentes puntos de la provincia. Este rodado tuvo protagonismo por 14 años en la provincia y en 2019, los 3 tranvías que quedaban fueron enviados a un playón. Se lo reemplazó por el sistema de trasporte público Mendotran.
El tranvía era una réplica de los transportes del siglo XIX. En sus asientos de madera se subían tanto turistas como mendocinos. El objetivo de su creación fue descongestionar el centro de la ciudad y evitar la aglomeración de vehículos.
Al respecto del tema habló con Infobae Adrían Alín, que es presidente de la Cámara Empresaria de Comercio, Industria, turismo y Servicios de la ciudad de Mendoza: “Teníamos un proyecto para que volviera a funcionar, pero apareció la pandemia y claro que hubo otras prioridades. Ahora que empieza a verse un poquito la luz al final del túnel, hemos vuelto a solicitarlo y creo que en los próximos días podremos acordar una reunión entre las partes para ver de qué manera comenzamos a ponerlo en valor”.
No es solo deseo de Ailín que los tranvías de compras vuelvan a las calles, sino que también la iniciativa la impulsa Héctor Daniel Naspi y varios vecinos que se han reunido con la Asociación Unida Transporte Automotor Mendoza (AUTAM) para solicitar el regreso de este transporte.
Ailín relata que se quieren incorporar recorridos que no se hacían antes. Plantea que vaya por la parte este de calle San Martín (zona de la Alameda) y pase por la Biblioteca hasta la terminal de ómnibus.
Además, pidieron que funcione de 7:00 a 2:00. “La idea es que recorra la zona donde está la diversión nocturna y en un horario mucho más extenso. Esto además puede crear nuevas fuentes de trabajo”, sostiene Adrián.
Sin embargo, aún no hay nada concreto y se esperan las reuniones con transporte.
En el proyecto que plantean, quieren que los tranvías tengan una modalidad sustentable. Para ello contarían con un motor eléctrico.
“Como muchas cosas que suceden en el país, llevó 10 años realizar los estudios para fabricarlos y otros diez años para sacarlos de circulación. Ahora esperemos que no pase otra década para volverlos a tener en las calles”, dice el hombre de 63 años sobre las máquinas que eran una réplica nacida de una maqueta a escala de los originales.