Mendoza ha avanzado en materia científica y tecnológica. En este caso, la provincia ya tiene un laboratorio propio que detecta nuevas cepas de coronavirus. El mismo se encuentra en el predio del hospital Lencinas, más precisamente en donde está el Laboratorio de Salud Pública.
Entre las principales tareas realizar, este laboratorio será encargado de analizar la evolución de las diferentes variantes del SARS-CoV-2 que circulan en Argentina para estudiar su origen y dispersión en el país y en el contexto mundial. También se analizaran las mutaciones que pudieran afectar el diagnóstico, la transmisión y la virulencia del virus.
En diálogo con El Sol, Juan Manuel Fernandez Muñoz, bioquímico y becario doctoral del Conicet, que forma parte del proyecto, expresó: “El objetivo es hacer la vigilancia epidemiológica frente a las nuevas cepas de COVID 19 que puedan llegar a aparecer. En su momento fue Manaos, luego Delta y hoy la predominancia la tiene Ómicron”.
Y agregó: “El equipo que secuencia genera grandes cantidades de datos que tienen que ser analizados por plataformas o técnicas que no son convencionales, se trata de datos extraídos de la consola de comando y todos los análisis que se efectúan se hacen programando. Por ello es que hemos sido convocados por el Ministerio de Salud a formar parte de este grupo de trabajo para poder realizar toda la parte bioinformática que es la parte final del proceso y alcanzar así un resultado”.
Este laboratorio forma parte del Proyecto País (Proyecto Argentino Interinstitucional de Secuenciación Genómica) y su ventaja es que acorta los resultados de los estudios hasta 48 horas de espera.
No solo se analizarán muestras del Gran Mendoza, sino también las provincias de San Juan y San Luis podrán mandar sus muestras médicas.
Además de investigar las cepas de Covid-19, la idea que tienen desde el laboratorio es utilizar esa súper tecnología para analizar virus otras enfermedades como el HPV o el HIV.
Fernández Muñoz, también habló del procedimiento y explicó: “lo que se secuencia son muestras que ya han sido positivas por algunos de los dos test (PCR o antígeno) y, a partir de ahí, se determina de qué cepa se está hablando. El método no sería bien empleado para detectar positivos, sino que se trabaja con muestras que son confirmadas positivas para ver qué cepa es la que está causando la enfermedad en la región”.
“En una misma corrida se pueden analizar aproximadamente 24 pacientes de una sola vez, pero eso depende de las demandas y de las necesidades del momento. En caso de que se esté en un pico de pandemia se pueden analizar el doble de muestras en una corrida, depende del momento epidemiológico en que se esté”, expresó el especialista.
Por último, afirmó: “El uso de esta tecnología sirve para determinar con nombre, apellido y huellas dactilares de qué virus estamos hablando. En las corridas que ya se hicieron en Mendoza, se detectó que todo es Ómicron, es decir, esta variante se ha impuesto por sobre las otras”.