La mendocina de 39 años que denunció a los rugbiers franceses por violación presentó una carta ante la Justicia, en la que expresa el profundo dolor y la desesperación que atraviesa.
La denunciante afirma en el escrito que el proceso la llevó a un estado de total desamparo, quitándole las ganas de vivir.
VER: Los rugbiers franceses acusados de abuso sexual se fueron de Mendoza
El pasado martes, la mujer no se presentó a una audiencia clave donde se esperaba completar los informes psicológicos y psiquiátricos que son fundamentales para el avance del caso. En lugar de asistir, decidió enviar una carta que revela el impacto devastador que el proceso judicial tuvo sobre su vida.
En el escrito, la mujer denuncia haber sido sometida a un “apriete psicológico” que jamás imaginó. “Por creer en la Justicia me animé a denunciar, pero hoy sufro un apriete psicológico que jamás imaginé, me sacaron las ganas de vivir“, comienza diciendo la carta, mostrando el dolor profundo que la acompaña.
El tono del escrito es de una desesperación absoluta. La mujer menciona que se siente destruida y hace una referencia inquietante a la posibilidad de su propia muerte.
“Si hoy yo paso a otro plano espiritual, deseo que Cornejo, Guille, Chaler (fiscal del caso), Nora (fiscal del caso), Cúneo Libarona (abogado de los rugbiers) puedan dormir tranquilos, mirando a la cara a sus esposas, hijas y nietas. Me arruinaron la vida”, escribe, señalando a las personas que, según ella, contribuyeron a su estado actual.
La carta también apunta al manejo mediático del caso, denunciando una “condena social” en su contra que ha sido, en su opinión, manipulada por las autoridades. “Gracias Ministerio Público Fiscal. Gracias, me mataron en vida“, concluye el escrito.