El piloto neerlandés Max Verstappen volvió a demostrar por qué es el dueño absoluto de la Fórmula 1 actual. Con una actuación sin fisuras, se quedó con el Gran Premio de Japón, disputado en el tradicional circuito de Suzuka, y sumó su cuarta victoria consecutiva en tierras niponas.
El triunfo, cimentado desde la pole position lograda el sábado, le permitió además romper un récord que ostentaba Michael Schumacher desde principios de los 2000.
El tetracampeón mundial de Red Bull no dio lugar a sorpresas en una carrera que se desarrolló sin incidentes ni sobresaltos. La lluvia, que había sido una amenaza latente durante el fin de semana, no se presentó. Tampoco hubo accidentes ni interrupciones que alteraran el ritmo de la competencia.
Desde el inicio, Verstappen impuso condiciones. Tanto él como el británico Lando Norris (McLaren), quien partió desde el segundo lugar, mantuvieron sus posiciones tras una largada limpia.
La única modificación destacada en el top ten fue protagonizada por Lewis Hamilton, que con su Ferrari logró superar a Isack Hadjar (Racing Bulls), en una carrera que no ofreció más cambios en los puestos de vanguardia.
