El entrenador de Los Pumas, Mario Ledesma, tomó con naturalidad la eventual evaluación de su continuidad en el cargo, luego del deficitario año de su equipo, coronado con la peor derrota del historial con Irlanda (53-7).
“Si los dirigentes tienen que tomar una decisión, es parte de mi trabajo”, contestó Ledesma después del duro revés sufrido en el estadio Aviva de la ciudad de Dublín.
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El coach argentino, de todas formas, no quiso profundizar sobre el tema: “No me compete opinar. No me parece que tenga que hablar de mi contrato. Estamos para hablar de rugby. No sé a cuánta gente le interesa mi contrato. No me corresponde a mí hablar. Me parece hasta de mal gusto”.
El exhooker de Los Pumas consideró una declaración “para la tribuna” la manifestación sobre si le quedan o no fuerzas para seguir en el cargo que asumió en agosto de 2018 en reemplazo de Daniel Hourcade.
Periodistas accedieron vía zoom a la conferencia de Ledesma. El enojo por las consultas sobre su contrato ya era visible. Y quedó en evidencia en el comentario final, cuando se levantó para volver a los vestuarios sin percatarse que los micrófonos seguían abiertos.
-Estos… -murmura Ledesma.
-Aparecieron ahora… -agrega Montoya.
-Aparecieron ahora. Alejo Miranda (La Nación) y Sergio Stuart (Olé) -completa el entrenador.
Quedó claro que no le gustó nada a Ledesma que le preguntaran una y otra vez sobre su futuro.
Al realizar un análisis más centrado en lo deportivo, reflexionó: “El contexto del rugby argentino desde que perdimos el equipo profesional el año pasado (Jaguares) y los jugadores emigraron a Europa es duro”.
“Estuvimos en una burbuja en cada lugar al que fuimos. Fue difícil. No tenemos el presupuesto para traer a las familias como hacen otros equipos. Siempre hablamos del bienestar de los jugadores y después pasamos dos años sin jugar en casa y en una burbuja”, concluyó.