
Luego del rechazo del Senado y las presiones para que se aleje de su cargo, Manuel García-Mansilla renunció este lunes como juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, por medio de una carta dirigida al presidente Javier Milei.
Luego de 39 días en el cargo, el juez nombrado y respaldado por el jefe de Estado, le presentó al Ejecutivo su renuncia.
Su pliego fue tratado en el Senado y obtuvo 51 votos en contra y 20 a favor. Luego de que se conociera el resultado de la votación, el juez federal Alejo Ramos Padilla dictó un fallo prohibiéndole intervenir por tres meses en las causas que ya se tramitan en el máximo tribunal.

Para Ramos Padilla, con la decisión del Senado, está cuestionada la legitimidad de García-Mansilla y cualquier acto al que adhiera “podrían ser considerados ilegítimos, nulos o incluso inexistentes, dañando la seguridad jurídica. En definitiva, el dictado de sentencias que luego podrían ser declaradas inválidas podría resquebrajar el sistema judicial”.
García-Mansilla optó por no apelar el fallo de Ramos Padilla, aunque si lo hizo el gobierno presentando un salto de instancia para que la decisión del juez sea revisada directamente por la Corte Suprema.
Desde el pasado viernes aumentaron las presiones para que el académico renuncie y evite un conflicto institucional. Así lo dio a conocer en un comunicado el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal. Para el organismo encabezado por Ricardo Gil Lavedra, la decisión del Senado de rechazar los pliegos “ha concluido el debate sobre estas nominaciones y debe ser acatada”.
