En el marco de la llegada de la segunda ola en todo Latinoamérica, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ofreció cambiar petróleo por vacunas, ya que las dosis entregadas por el fondo Covax cubren el 20 por ciento de lo que necesita el país caribeño.
“Venezuela tiene los barcos petroleros, tiene los clientes, para que nos compren el petróleo y dedicaría una parte de su producción para garantizar todas las vacunas que necesita (…). ¡Petróleo por vacunas!”, manifestó Maduro.
“Estamos listos y preparados, petróleo por vacunas, pero no le vamos a mendigar a nadie”, añadió el jefe de Estado venezolano refiriéndose a un anuncio que previamente había realizado Juan Guaidó, líder opositor y reconocido presidente encargado por varios países del mundo, sobre la liberación de dinero bloqueado en el extranjero para poder adquirir vacunas.
En tal contexto, Maduro le insistió a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), organismo regional de la Organización Mundial de la Salud, que los fondos bloqueados puedan utilizarse para comprar las vacunas reservadas por Covax para ese país, que son entre 1,4 y 2,4 millones.
De no ser desbloqueados estos fondos entraría en juego la negociación por el canje de petróleo.
Es dable destacar que los inoculantes reservados para Venezuela son los provenientes de la farmacéutica AstraZeneca, el cual aún no fue aprobado por el Gobierno de Maduro. Por tanto, el mandatario le exigió a la OPS que envíe las vacunas “seleccionadas” y “aprobadas”.
Según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la producción del crudo en Venezuela tuvo una tímida recuperación en el inicio del 2021, alcanzando a 521 barriles diarios en el mes de febrero.
Sin embargo, muy lejos está esa cifra de los 3 millones que producía el país cuando Maduro llegó a la presidencia en 2013 y la oferta de petróleo se derrumbó antes de las sanciones internacionales, en medio de denuncias por malos manejos de la industria y actos de corrupción.
Venezuela, con 30 millones de habitantes, acumula 155.655 casos confirmados de coronavirus y más de 1500 muertos, ello según datos oficiales que están bajo cuestionamiento de Human Rights Watch.