Ayer, el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, dijo que el Gobierno de Alberto Fernández trabaja en un proyecto para regular “el buen uso de las redes sociales para que dejen de intoxicar el espíritu de nuestra democracia”.
Esos dichos rápidamente fueron cuestionados desde diferentes sectores políticos. Uno de los que se sumó a las críticas es el ex presidente Mauricio Macri.
A través de una carta que publicó en sus redes sociales, dijo: “A diferencia de la mayoría de los dirigentes del oficialismo, incluyendo al presidente y a la vicepresidente, yo nunca bloqueé a un usuario en Twitter y nunca lo haré. No importa lo que digan”.
A su entender, “el único límite que debe existir para las expresiones públicas en redes sociales o en cualquier plataforma de comunicación, son los contemplados por la Constitución Nacional y el Código Penal, y la facultad de intervenir de la Justicia Civil en los casos que corresponda. Todo lo demás es censura o vigilancia”.
“La polémica sobre la libertad de expresión en las redes que se produjo ayer luego del desafortunado anuncio que hizo el gobierno, al declarar que trabaja en un ‘pacto para el buen uso de redes sociales’ para que ´dejen de intoxicar el espíritu de nuestra democracia´, es una oportunidad para saber de qué lado de la democracia estamos. Yo estoy en contra de cualquier intento de limitar, regular, afectar, influir o condicionar, en cualquier forma, nuestro derecho a expresarnos libremente dentro de los artículos de la Constitución. No concibo que la democracia sea posible regulando las expresiones en las plataformas o en los medios de comunicación. No es esa la visión del oficialismo. En el pasado intentaron regular a los medios y en la actividad individual de sus principales dirigentes consta el bloqueo a usuarios, los insultos y el desprecio a las ideas y opiniones de otras personas”, remarcó.
Y dijo que coincide con la posición de Elon Musk, que hace poco declaró en un tweet ser ‘un absolutista de la libertad de expresión’”.
Sobre el cierre de la misiva, aseguró ser “un absolutista de la libertad de expresión”.
“Por eso, si es necesario, lucharé junto a todos ustedes para que nadie se meta con lo queremos decir, cómo podemos decirlo, ni dónde tenemos permitido hacerlo”, concluyó.