El abogado Gregorio Dalbón, quien representa a la familia del adolescente asesinado Lucas González, cuestionó la demora del juez a cargo de la investigación, de quien dijo que es “una tortuga”, por no ordenar las detenciones de los tres policías de la Ciudad acusados del crimen, y calificó de “asesinos” a los efectivos involucrados tras afirmar que “no existió gatillo fácil, porque acá no había delincuentes, sino tres chicos inocentes que estaban comprando un jugo”.
Tras la reunión que mantuvo con el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro, el letrado anunció que pedirá “el juicio político para que sea destituído el juez de Menores Alejandro Cilleruelo (el primero que intervino en el caso), porque dejó en libertad a los policías que seguramente todavía nos están mirando por televisión”.
Por su parte, el padre de Lucas asegura que su hijo estará en “paz” cuando los acusados sean condenados y les pidió a los policías que participaron del crimen que “pongan los cojones” para admitir lo que hicieron.
“Vamos a seguir peleando hasta el final porque han destruido a una familia, mi hijo no se merecía eso”, dijo Mario esta mañana a Télam con una foto de Lucas en sus manos en la que convoca a la marcha para el lunes al Palacio de Tribunales.
El hombre, conocido en todo el barrio con el apodo de “Peka”, indicó que realizarán “una marcha al mes hasta que la Justicia ponga presos a los policías”.
“Vamos a reclamar todos los meses para que los condenen”, añadió Mario, quien el lunes a las 16 saldrá junto a su familia y sus amigos desde Lonardi y calle 14, de Florencio Varela, hacia los Tribunales. En ese sentido, “Peka” dijo que convocaron a movilizarse en el “feriado pensando en el trabajador” para no meterse “en un día laboral”.
“Marchar en paz con una vela y una bandera argentina representando, a todas las víctimas que sufrieron gatillo fácil como sufrió mi hijo”, pidió en declaraciones a Radio Mitre.
Respecto sobre el inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nieva, todos con pedido de detención formulado por el fiscal del caso Leonel Gómez Barbella, dijo que deberían poner “los cojones” y admitir el homicidio.
“Así como tiraron a matar a acribillarlo a mi hijito, que pongan los cojones para decir ‘sí, yo fui’ y no tapar cualquier cosa”, expresó Mario y añadió: “confío en que se van a pudrir en la cárcel, no tengo otro pensamiento que ese porque sé lo que movilizó a toda la gente, no se puede ocultar nada más y están acorralados”.
El padre del adolescente destacó que el apoyo recibido “es lo que Lucas generó en cada persona y chico de esa edad”.
“Ustedes lo van a ver en una cancha de fútbol con ropa y botines, nosotros no somos delincuentes. Pensaron que éramos unos cabecitas, que éramos unos villeros como les dijeron a los chicos, que éramos ignorantes y no teníamos nada. Hoy tenemos al país con los ojos puestos en Lucas y el calvario que estamos viviendo”, sostuvo.
Por último, el hombre se refirió a la donación de órganos tras su muerte al considerar que “Lucas dio vida”.
“En cada órgano que se llevaron, Lucas dio vida, no está muerto y está en cada persona porque tenía su motor 0 km como yo digo, era un deportista sano y todo lo que donamos fue destinado a dar vida”, concluyó.