En pleno mes de enero, y luego de que ya se hayan aplicado cerca de 177.000 dosis de la vacuna Sputnik V para contrarrestar el coronavirus, y a la espera de otras 300.000, se podría decir que Mendoza se encuentra en una situación dentro de todo tranquila, a comparación de otras localidades argentinas.
En el pasado, aunque no tan lejano, parecen haber quedado las idas y vueltas por el famoso decreto de necesidad y urgencia que restringía la circulación horaria durante la noche.
En momentos en que esa discusión fue ganando terreno, y en la que Mendoza fue protagonista al no acompañar lo que en un primer momento pretendió el Gobierno nacional, parece haber marcado un punto de inflexión.
Durante la semana, el gobernador Rodolfo Suarez visitó la ciudad de General Alvear para participar de la inauguración del Centro de Distribución y Empaque de Adulto Frío-CEDAF. Al ser consultado por los colegas sureños sobre la situación sanitaria de Mendoza, el mandatario sin titubear dijo que “en Mendoza no estamos sufriendo los picos que se están viviendo en otros lugares”. Como reza el título, parece que tenía razón en sus dichos.
En ese entonces cuestionó algunas medidas nacionales, las que a su entender serían apropiadas para regular el comportamiento social en regiones como la Costa Atlántica, o en grandes conglomerados que están siendo visitados por miles de turistas que disfrutan de sus vacaciones.
Con solo seguir las imágenes televisivas que a diario muestran un sinfín de fiestas, o situaciones incontrolables en espejos de agua, evidencian lo que decía Suarez.
Nuestra provincia no ha sido ajena a este tipo de eventos que por estas horas están prohibidos, aunque los números oficiales, dan a entender que en Mendoza la situación es distinta.
Yendo puntualmente a las cifras difundidas por el Ministerio de Salud de Mendoza, y puntualizando en los números de la última semana, hace siete días, el sábado 9 de enero, registraron 87 nuevos casos y cuatro fallecidos.
Al día siguiente, el número de contagios fue el mismo, aunque en esta oportunidad no hubo que lamentar víctimas fatales. Durante esa jornada si informaron un total de 587 pacientes recuperados.
La semana inició con más de 100 contagiados nuevos, al punto que el lunes 11 de este mes, se produjo el contagio de 115 personas y cuatro muertos, aunque el número de recuperados ascendió a 709.
El martes fue la jornada con más casos detectados durante los últimos siete días. Las autoridades sanitarias dieron a conocer 157 nuevos casos, seis muertos, y 732 recuperados.
A las 24 horas de ese reporte, Mendoza sumó 156 nuevos positivos, cinco muertos y un elevado número de recuperados, que se ubicó en 814.
Pasando la mitad de la semana, los contagios comenzaron a bajar lentamente, y a darle más la razón al gobernador.
A tal punto que el jueves, bajó una vez más la barrera de los 150 casos, y detectaron 149, y también seis víctimas fatales. Otra vez volvió a registrarse un alto porcentaje de recuperados, ya que dieron a conocer 905 personas que afortunadamente van saliendo de esta enfermedad.
Anoche, las autoridades volvieron a emitir el parte diario, y contaron que Mendoza registró 136 positivos, siete muertos. Este pasado viernes fue el día más alto en cuanto a recuperados, ya que notificaron 932 recuperados.
Si a todo este repaso le sumamos la estadística que aportó el Gobierno de la provincia, y que muestra una baja en la ocupación de camas de terapia intensiva del 41,5 al 40%, podríamos volver a manifestar que evidentemente los números le dan la razón a Suarez.