Cacho Garay está con prisión domiciliaria después de que Verónica Macías, que fue su pareja durante 13 años, lo denunciara por violencia de género.
En las últimas horas, Andrea Sabina, también ex mujer del humorista y madre de Juan Francisco, uno de sus hijos, se animó a hablar y dio detalles del calvario que vivió durante los años en los que convivieron.
Durante una entrevista que dio a los colegas de Intrusos (América), explicó que escuchar tras escuchar a Macías y ver que los medios la acompañaron, la llevó a hacer lo mismo. “Dije ‘este es mi momento de contar mi historia’”, expresó.
Sabina, que se sumamente angustiada durante la charla con los colegas, dijo: “No me hubiera gustado contarlo nunca, pero es terminar con algo de hace 20 años porque esto empezó cuando nació mi hijo Juan Francisco. Y es como terminar con ese ciclo y decir ‘por fin lo puedo contar’”, sostuvo.
La mujer aseguró que recurrió tres veces a la Justicia, pero jamás fue escuchada. Explicó que era otro momento, otra sociedad y que no había una Justicia con perspectiva de género: “Antes te citaban, charlabas, mediabas y tenías que volver a tu casa. Nadie te acompañaba”.
Los hechos de violencia con el humorista
Al ser consultada sobre esas denuncias, aseguró que durante su relación con el humorista vivió muchos episodios de golpes y que comenzaron después de que él comenzara con su carrera artística.
“La primera fue cuando estaba embarazada de mi hijo, Juan Francisco. Él nació en el 2003. Fue en Carlos Paz en su primera temporada. Tuvimos una discusión en el departamento donde alquilaba y hubo varios manoteos, pero no me hizo nada tremendo. De hecho me volví a Mendoza. (…) Hubo varios manoteos, me pegó embarazada”, recordó.
Sin embargo, reveló que los hechos se repitieron en varias oportunidades. “Un día le festejé un cumpleaños con una de sus hijas, Pamela, que vivía en Córdoba y se vino a Mendoza. Hicimos una fiesta enorme, un montón de amigos, pero discutimos llegando a casa, me golpeó y terminé cerrando la puerta de mi habitación con mi hijo adentro”, sostuvo.
Luego narró otro episodio al que describió como uno de los más traumáticos y dolorosos. “Un 6 de enero del 2006, más o menos, estábamos en Carlos Paz. Ese día tenía una nota con Crónica así que fuimos todos con gente amiga. Yo había puesto las camisas en remojo, fuimos a comer y llegamos tipo 18. Me puse a lavar y cuando fui a ver si había algo más, vi una nota de un incidente que él había tenido. Cuando vio que estaba leyéndola, me dijo ‘por qué tenés eso en la mano’. Yo pregunté qué había pasado, me dijo que nada y, como había empezado a entender que se volvía loco, no pregunté más”, relató.
Y siguió: “Me fui a lavar la ropa, pero él apareció, me agredió y me empezó a pegar la cabeza contra la pared. Lo cuento porque mis hijos lo saben y es uno de los hechos que más me quedó grabados en la memoria. Hoy día tengo varias secuelas de esa situación. Me asusté y él se terminó yendo. Pero volvió con un cuchillo, entonces lo peché y salí corriendo, pero como estaba en ojotas me caí y él se subió encima y me empezó a pegar”.
Andrea juró que hubo testigos ese día y que incluso varias vecinas asguraron haber escuchado los gritos, pero en ese momento ella no quiso hacer nada por miedo. “En Carlos Paz nunca me iban a tomar la denuncia. (…) Volví a Mendoza y busqué un abogado para llevar a cabo esa denuncia a través de la Justicia”, reveló.
Por último, la ex pareja del humorista destacó que después de un tiempo estaba sola, que creía que nadía podía ayudarla. “Estas personas te van desvinculando. Te das cuenta de que estás vos, él y los dos que están al lado, pero el resto ninguno. Entonces no tenés trabajo, poder económico para solventarte, encima en mi caso seguía dependiendo de él porque tenía un hijo”, reflexionó.
¿Qué dijo sobre las armas?
“En un momento estábamos en mi casa y una mujer lo llamaba a Garay para preguntarle por qué el compañero de teatro no le atendía el teléfono. Yo decía ‘nosotros con tantos problemas y vos te andás ocupando de la mujer de otro’”, recordó. Y agregó: “Fue a la habitación, sacó un arma y disparó dos veces en el living. Uno dio en el marco de la ventana y otro en el televisor. Me quedé como…”.
“Esa situación que a mí me sorprendió, pero es algo de lo que te das cuenta con el tiempo”, subrayó.
Otro de los episodios se dio cuando volvían de cenar en la casa de unos amigos. “Pasamos por una casa que él alquilaba y salió enojado. Me quiso prepotear y pegar, pero como me la veía venir, desactive el seguro. Me dijo ‘subite al auto que con este revólver te voy a matar’. Y le dije ‘mirá qué bien. Me vas a matar afuera del auto para que todos me vean’. Me bajé y él se fue como loco. Ahí empezaron los incidentes donde terminamos”, concluyó.