La localidad cordobesa de Laboulaye sigue conmovida por la aparición sin vida de Joaquín Sperani, el chico que fue asesinado por su mejor amigo.
Durante las últimas horas, salieron a la luz nuevos detalles sobre el hallazgo del cadáver del joven de 14 años.
Juan López, uno de los vecinos de Laboulaye que participó de la búsqueda y dio con el cuerpo de Joaquín durante los rastrillajes en la zona, contó que algunos lugareños se sumaron a las tareas investigativas realizadas por la Policía de Córdoba luego de que la madre de la víctima solitara colaboración.
“A la policía le pareció bien que colaboremos de forma pacífica, pero no interrumpiendo en la investigación”, señaló Juan a los colegas de Nosotros a la Mañana.
Y reveló que las autoridades les indicaron que “podíamos a entrar a casas abandonadas, terrenos baldíos”, y recordó que les sugirieron “que le preguntáramos a los vecinos si tenían cámaras, anotar datos que nos brindaban”.
Posteriormente, los vecinos recorrieron el mismo camino que habitualmente hacia Joaquín para ir a la escuela. “Caminamos dos cuadras y llegamos a la esquina del colegio”, dijo y agregó: “la casa– donde encontraron el cuerpo de Joaquín- estaba cerquita, a 100 metros. Lo primero que hicimos fue buscar arriba de las plantas y arbustos, dimos vuelta chapas”.
En un momento dado, se escucharon los gritos y los presentes temieron lo peor. “La prima comenzó a gritar, fuimos cuatro personas más donde estaba ella y lo encontramos, estaba tirado en el piso. Al toque nos dimos cuenta lo que estaba pasando. No estaba escondido”, continuó.
“El panorama fue terrible. Fue horrible. Nosotros inexpertos, sin saber qué hacer”, explicó el vecino sobre el momento en el que dieron con el cadáver.
Juan relató que ellos estaban ilusionados en encontrar al joven con vida. “Lo buscamos a Joaquín vivo, me lastimó mucho esto, pensamos que estaba escondido, arrodillado, detrás de unos arbustos, pero vivo”, sostuvo y remarcó: “para nosotros que somos papás es terrible lo que pasó”.