Lesa humanidad: “No hice nada ilegal”, declaró el apropiador de la Nieta 127 en Mendoza

“No reconozco eso de la apropiación, lo mío fue una adopción improcedente”, se excusó Osvaldo Armando Fernández.

El juicio de lesa humanidad por la apropiación ilegal de la hija de Carlos Poblete y María del Carmen Moyano, ambos desaparecidos durante la última dictadura cívico militar, se reanudó hoy en Mendoza con el inicio del alegatos del Ministerio Público Fiscal ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 1.

El fiscal Daniel Rodríguez Infante dio inicio este viernes a los alegatos en el debate oral que tiene como principales acusados al matrimonio que componen Iris Luffi y Armando Fernández, exoficial inspector en el Departamento de Informaciones (D-2) de la policía mendocina.

Además en el banquillo está Abelardo Garay, otro expolicía acusado de falsificar junto al ya fallecido ex inspector Eduardo Smaha, su rol como testigo del nacimiento de la nieta recuperada número 127.

Durante la audiencia de hoy, que se realizó de manera virtual y se transmitió por YouTube, y Rodríguez detalló los momentos vividos por parte de “Pichona” Moyano en la provincia de Mendoza y de el rol que tuvo el D-2 para realizar un seguimiento sobre sus actividades y dio datos sobre un allanamiento que se realizó en el domicilio de sus padres.

Previo al comienzo de los alegatos, el exoficial inspector en el Departamento de Informaciones y uno de los principales acusados de este proceso, Osvaldo Armando Fernández habló ante el Tribunal sin aceptar preguntas por parte de la fiscalía y las querellas, y en su relato el supuesto apropiador remarcó que llevó a cabo “una adopción improcedente, no hice nada ilegal”.

“No reconozco eso de la apropiación, lo mío fue una adopción improcedente”, sostuvo

“Busqué dos testigos para el nacimiento de mi hija, que fueron Abelardo Garay y Eduardo Smaha, compañero míos de trabajo, a ellos les mentí, no les dije como llego Miriam a mi casa”, relató el acusado ante el Tribunal.

En cuanto a la crianza que le dio a la nieta recuperada justifico, el imputado sostuvo que en el caso de la nieta 127 no hubo “síndrome de Estocolmo (una situación en la cual la víctima se identifica con su secuestrador), porque no fue una hija única. Tenía tres hermanos cuando llego, a todos mis hijos le dimos cariño”.

“Y cuando ella era niña. Una amiga vecina le dijo que era adoptada, Miriam no se lo olvido jamás, luego y siendo adolescente, nos preguntó le dijimos la verdad, lo tomo bien”, subrayó.

En la parte final de su relato Fernández sostuvo: “Yo y mi esposa acompañábamos la decisión que mi hija tomara al saber que ella era adoptada y que ella era dueña de hacer los análisis que quisiera”, concluyó el expolicia.

Una vez finalizada la audiencia cerca de las 13 el fiscal y por cuestión de tiempo dio por concluida su primera etapa de alegatos por lo que el Tribunal llamó a un cuarto intermedio hasta el próximo viernes 24 de septiembre, momento en que la fiscalía retome con la audiencia.

La nieta 127 nació en la exESMA en junio de 1977 y fue sustraída a su madre luego del parto para después ser inscripta en Mendoza, bajo un nombre apócrifo, por el matrimonio Luffi-Fernández.

En 2012, la Comisión Hermanos de la agrupación H.I.J.O.S Mendoza radicó una denuncia ante la Oficina Fiscal de Asistencia en causas por violaciones a los derechos humanos cometidas durante el terrorismo de Estado sobre posibles casos de personas que podrían ser hijas de desaparecidos y, entre ellas, se encontraba la nieta apropiada por Fernández y Luffi.

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