A tan solo dos semanas de que Pablo Ramón Arancibia fuera detenido por la Policía de Mendoza, la justicia mendocina le dictó la prisión preventiva al único imputado que hoy tiene la causa de femicidio de Florencia Romano.
Tras el allanamiento que realizó la fuerza en el domicilio del pasaje Berra, la situación fue tornándose cada vez más complicada para Arancibia, más aún cuando apareció el cuerpo de la adolescente de 14 años.
La fiscal de Homicidios Claudia Ríos cuenta con varias pruebas que complican su situación, por lo que pidió rápidamente la prisión preventiva.
Durante este martes se conoció que la nueva medida que le cabe al hombre de 33 años, según consignó Diario El Sol.
Mediante una audiencia por medio de una video conferencia, el imputado aplaudió a la cámara que lo filmaba, tras conocer la reciente resolución de la justicia.
En su resolución, el juez envió un oficio a la cárcel para proteger la humanidad de Arancibia, ya que han trascendido varias amenazas de muerte que ha sufrido.
Mediante la misma comunicación, que estuvo encabezada por el juez Federico Martínez, miembro del Juzgado Penal Colegiado N° 1, hicieron lugar al sobreseimiento de Micaela Méndez, la pareja del supuesto femicida.
La joven, de 27 años de edad, fue imputada en el comienzo de la investigación. En un primer momento estuvo detenida, y a los pocos días recuperó la libertad.
Claudia Ríos solicitó que la mujer quedará desvinculada de la causa, ya que se comprobó que no tuvo ningún tipo de participación en el asesinato de Romano.
En tanto, con respecto a Arancibia, la representante del Ministerio Público repasó diferentes pruebas que lo complican aún más con la causa.
La fiscal hizo mención a las conversaciones entre el acusado y la menor por medio de Instagram, como así también al trayecto que realizó la menor y que constaba en su tarjeta SUBE. Estas pruebas fueron de suma importancia para el esclarecimiento de la causa.
También se pronunciaron sobre las imágenes registradas por las cámaras de seguridad públicas que captaron a la joven descendiendo del colectivo, en inmediaciones del domicilio del pasaje Berra.
Un dato que no quedó fuera del debate, es la palabra de un familiar de Méndez que dio pistas concretas sobre el lugar donde apareció el cadáver.
El hombre narró que el imputado le solicitó el sábado 12, el día en que Florencia desapareció, que fuera a buscarlo por su casa, ya que “quería tirar un perro que habían atropellado fuera de su casa”.
El testigo en cuestión y su esposa pasaron por la propiedad del pasaje Berra, en Gutiérrez, de donde Arancibia salió con un bulto tapado con algunas mantas y lo cargó en el baúl del vehículo.
Durante el recorrido, el acusado le indició que se detuviera en calle Alsina de Luzuriaga. Posteriormente bajó del auto, sacó los restos del supuesto animal y los depositó en una acequia. A los cuatro días, un trabajador de la zona los encontró y confirmaron que se trataba del cuerpo de Florencia Romano.