Las 10 mejores películas sobre la Segunda Guerra Mundial, según los propios rusos

En víspera del 75 aniversario del Día de la Victoria, el agregador de video Kino Mail.ru encuestó al público ruso para conocer sus películas de guerra favoritas. Presentamos el Top 10.

Al combate solo van los veteranos (1973), Leonid Bikov

Esta película sobre la vida cotidiana de los pilotos de caza soviéticos se ganó el corazón de los espectadores en cuanto llegó a la pantalla. Tuvo la friolera de 44,3 millones de espectadores. La historia comienza en el verano de 1943, antes de la Batalla del Dniéper para liberar a Ucrania de los invasores nazis, donde en los cielos se dan interminables (y a menudo desiguales) enfrentamientos con la Luftwaffe. Los “viejos” (es decir, los pilotos experimentados) reciben refuerzos – un escuadrón de jóvenes recién salidos de la escuela de pilotos. Durante meses mantienen a los novatos ocupados con tareas rutinarias, no dejándolos volar para preservar sus vidas. Sin embargo, llegará el día en que no solo los “viejos” tendrán que ir a la batalla.

Oficiales (1971), Vladímir Rogovoi

La película narra el destino de dos hombres cuyos caminos se desvían y vuelven a converger años después de la guerra. “Existe la profesión de defender la Madre Patria” es una frase de la película que se ha convertido en un proverbio. Esta historia cándida sobre el honor y la amistad de dos soldados supuso un tour de force cinematográfico y provocó el aumento en las solicitudes para la escuela militar.

Los amaneceres son aquí más apacibles (1972), Stanislav Rostotski 

1941, Karelia. Cinco mujeres de la artillería antiaérea y su comandante (hombre) están en la retaguardia. A pesar de la lejanía de la línea del frente, una de las artilleras ve a dos saboteadores alemanes en el bosque y entonces su pequeño destacamento decide capturar al enemigo. Hacen una emboscada pero las cosas van mal, ya que en lugar de dos alemanes, se trata de una división entera.

Los amaneceres son aquí más apacibles es un pequeño episodio de una guerra de grandes dimensiones, pero esta historia de cinco mujeres y sus sueños de amor y felicidad le dieron un rostro humano a la guerra. En la época soviética se solía poner la película en las escuelas secundarias y universidades y era obligatoria para todos los estudiantes de periodismo.

Lucharon por su patria (1975), Serguéi Bondarchuk

Esta película épica, basada en la novela homónima de Mijaíl Shólojov, se desarrolla en julio de 1942, cuando la Unión Soviética estaba al borde de la derrota. Las exhaustas y derrotadas tropas soviéticas en Stalingrado están a la defensiva, aferrándose a cada trozo de hierba. Con el tiempo la tendencia cambiará, pero no todos vivirán para verlo.

Esta película de 1975 sobre las penurias de la guerra, el hambre, las víctimas y el heroísmo de los soldados rasos fue nominada a la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes. El hecho de que casi todos los actores fueran veteranos de guerra añadía un toque de emoción. Y había muchos personajes: alrededor de 50 papeles principales y más de 2.000 extras.

El destino de un hombre (1959), Serguéi Bondarchuk

Otro drama militar del maestro de la épica, Serguéi Bondarchuk (que también realizó una colosal adaptación cinematográfica de Guerra y paz). Se trata también de una versión cinematográfica de una novela homónima de Shólojov. La película trata de un conductor de la primera línea de frente que queda atrapado tras un ataque aéreo, cae cautivo de los alemanes y termina en un campo de concentración.

Fue el debut de Bondarchuk como director y  también tuvo uno de los papeles principales. “Esta es la mayor y más poderosa pieza jamás filmada sobre la guerra”, dijo el famoso director italiano Roberto Rossellini después de verla. El destino de un hombre obtuvo numerosos premios internacionales.

Cuando pasan las cigüeñas o Pasan las grullas (1957), Mijaíl  Kalatózov

Dos jóvenes enamorados pasean por Moscú en verano y hacen planes para el futuro… hasta que llega la guerra. La joven permanece en la ciudad, mientras que su amado se ofrece como voluntario para ira el frente. ¿Se volverán a ver de nuevo?

Este desgarrador drama bélico es la única película soviética que ha ganado una Palma de Oro en Cannes, pero este premio fue minimizado por la prensa soviética. Tan solo le dedicaron unas pocos líneas y no incluyeron una fotografía ni mencionaron los nombres del director o de los guionistas. Tras su estreno en la URSS la película fue considerada demasiado centrada en los sentimientos, en lugar de las hazañas heroicas.

Balada de un soldado (1959), Grigori Chujrai

El joven soldado Aliosha se convierte en un héroe al hacer saltar por los aires dos tanques alemanes. Las autoridades pretenden entregarle un premio, pero antes de hacerlo, Aliosha pide seis días de permiso para visitar a su madre. Ya que después del premio deberá volver a la línea del frente.

Se trata de una road movie clásica. El protagonista pasa toda la película viajando y solo al final consigue ver a su madre. Apenas hay escenas de batallas, y sobre todo se muestra la vida de la gente sencilla en tiempos de guerra. Fue muy bien recibida en Occidente y estuvo nominada en Cannes y en los Oscar. Recibió el premio BAFTA a la mejor película.

Nieve ardiente (1972), Gabriel Yegiazárov

La película cuenta un heroico y trágico enfrentamiento durante la sangrienta Batalla de Stalingrado en 1942, conocido como la operación defensiva Kotélnikovo. La acción se centra en una batería antitanque que queda aislada frente a los las columnas de tanques alemanes. ¿Podrá resistir? La película está considerada como la mejor obra de Yegiazárov y está incluida en el Fondo de Oro del Cine Ruso.

De los vivos y los muertos (1964), Alexánder Stolper

Una adaptación cinematográfica de la novela homónima de Konstantin Simonov, es una de las pocas películas de guerra que basan su guion en un periodista militar. La trama gira en torno al reportero Iván Sentsov, que está de vacaciones en el sur del país cuando estalla la guerra. Iván va al frente como corresponsal, donde es testigo de los brutales primeros meses del conflicto.

De los vivos y los muertos destaca por su crudo realismo. No hay música, solo los sonidos de la guerra. El director se esforzó tanto por la autenticidad que hicieron estallar una iglesia del siglo XIX durante la filmación.

La guerra es la guerra (1969), Viktor Tregubovich

La última de la lista es una película sobre la vida diaria en tiempos de guerra de un equipo de vehículos de combate, encabezado por un subteniente sin carisma recién salido de la escuela militar. Mientras las tropas liberan parte de Ucrania (al oeste del río Dnieper) de los invasores alemanes, el subteniente soporta todas las dificultades para ganarse el respeto de sus subordinados. La película alcanzó estatus de culto entre el público soviético por la canción Los tanques rugían por los campos, que es una de las más icónicas de aquella época.

Ekaterina Sinélschikova

Este es un artículo republicado de Russia Beyond. Acá podés leer el texto original.

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