Son pocos los políticos que resisten a un archivo, los dedos de las manos sobran. Gabriela Cerruti es otra de las dirigentes a la que sus dichos la condenan.
Horas atrás, la portavoz del Gobierno nacional defendió la ley minera impulsada por el gobernador Mariano Arcioni en Chubut.
Esta situación, como es de publico conocimiento, originó un levantamiento popular en la provincia patagónica.
“Hubo muchas cosas que se dijeron en Chubut que no son ciertas. No es cierto que estuviera comprometido el tema del agua en Chubut por la explotación de esta mina”, dijo en la habitual conferencia de prensa de los jueves en Casa Rosada.
Sabido es que el Gobierno buscaba por todos lados la habilitación minera en Chubut, ya que permitiría a futuro un suculento ingreso de dólares, y podría servir para corregir los números en rojo de una provincia inmersa en una complicada crisis económica.
En tal sentido, Cerruti sostuvo que que “todo esto tiene que llevarse adelante de la manera más sustentable posible, con control del Ministerio de Ambiente, del de Ciencia y Técnica, con todo lo que podamos hacer para cuando se lleven adelante procesos de extracción minera, por ejemplo, se tenga en cuenta que no implique el uso del agua”.
La recientemente sumada a las filas del Ejecutivo nacional, señaló que la minería “es parte de nuestro desarrollo económico” y dejó en claro que el gobierno “lucha contra la crisis climática y tiene un compromiso ecológico”.
“Esa lucha y ese compromiso en países de renta media como el nuestro tienen que tener un proceso y tiene que tener un tiempo de inversión, de transición hacia energías renovables, de transición hacia otros tipos de economías. Ese tiempo y ese proceso se tiene que llevar adelante con mucha solidaridad, con mucho control, con mucha cautela“, agregó.
Llamativamente, Cerruti no resistió el archivo. En 2019, cuando en Mendoza el conflicto minero tuvo en una incomoda posición al gobernador Rodolfo Suarez, la vocera criticó enfáticamente la habilitación de esta actividad en nuestra provincia.
“La defensa de la naturaleza y el buen vivir parió un nuevo sujeto político que toma las calles, tan potente como fue la irrupción del feminismo. Hoy lo vemos en Mendoza, pero hace tiempo está aquí, es la nueva marea y no va a retroceder. #ElAguaDeMendozaNoSeNegocia”, publicó Cerruti en sus redes sociales en aquel entonces.
La defensa de la naturaleza y el buen vivir parió un nuevo sujeto político que toma las calles, tan potente como fue la irrupción del feminismo. Hoy lo vemos en Mendoza, pero hace tiempo está aquí, es la nueva marea y no va a retroceder. #ElAguaDeMendozaNoSeNegocia https://t.co/44OAt4CJdf
— Gabriela Cerruti (@gabicerru) December 23, 2019
“Es imprescindible trabajar en la transición hacia una comunidad sostenible que deje de explotar a la naturaleza“, se leía (y lee) en otro de los mensajes.
Es imprescindible trabajar en la transición hacia una comunidad sostenible que deje de explotar a la naturaleza. Si creen que van a acallar el reclamo popular con represión, no están viendo la profundidad del movimiento mundial ecofeminista. #La7722NoSeToca #RepudioALaRepresión
— Gabriela Cerruti (@gabicerru) December 23, 2019
“No es casual que el debate ambiental estalle en Mendoza. La #CrisisClimática impacta en esa provincia como en pocas. No es un debate sobre minería sí o no: es un debate sobre agua sí o no en una región en la que avanza el desierto como consecuencia del calentamiento global”, añadió.