La industria metalúrgica mendocina está pendiente del futuro de tres iniciativas que podrían representar un impulso significativo para el sector por su impacto en el desarrollo de proveedores de maquinarias y equipos.
Ante esto, Mariano Guizzo, gerente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), mantuvo un diálogo con Télam y mostró un optimismo sobre un “cambio de ecuación” en el desarrollo sectorial.
En ese sentido, remarcó que en torno de la compañía “hay cerca de un centenar de pymes” que aguardan con expectativa la recuperación de Impsa. La empresa se declaró en concurso de acreedores en 2014 y en un lapso de cuatro años consiguió reestructurar una deuda privada de unos 1.200 millones de dólares.
A su vez, Guizzo se refirió acerca de Vaca Muerta y de Portezuelo del Viento, la mega obra que mantiene el fuego cruzado entre Mendoza y la Nación.
Mendoza posee el 30% de la superficie de Vaca Muerta, aunque a diferencia de Neuquén no registró avances en su explotación.
“En Neuquén fueron previsores, hicieron los estudios correspondientes, los caminos y las obras de infraestructura y logística, todo lo que no se hizo en Mendoza”, lamentó Guizzo.
Por último, el tercer emprendimiento que impulsaría la actividad de varias pymes metalúrgicas es Portezuelo del Viento. El proyecto hidroeléctrico sobre el Río Grande cuyos primeros estudios datan de hace más de 70 años.
“Es nuestra responsabilidad apoyar las inversiones que generan impacto positivo en la economía y nuestra obligación brindar información oficial sobre la realidad de esta obra”, señalaron.