“Juntas sí o sí”: buscan familia para adoptar a cuatro hermanitas mendocinas

Las jovencitas tienen entre 7 y 14 años. Las dos menores pidieron permanecer juntas.

Desde el Séptimo Juzgado de Familia de la Primera Circunscripción Judicial, dieron a conocer que cuatro hermanas, de entre 7 y 14 años, esperan ser adoptadas próximamente.

Aquellas personas interesadas en adoptar a alguna de las menores, deberán tomar contacto con el Registro Provincial de Adopción al teléfono 261-4495476 o al mail ruamendoza@jus.mendoza.gov.ar

Los voceros judiciales aclararon que de las cuatro jovencitas, las dos más chicas, pidieron permanecer juntas.

Según la publicación de Diario San Rafael, las menores se encuentran alojadas en un hogar, y debe continuar el contacto entre ellas, “dado el vínculo positivo y fuerte que existe entre ellas, con otras hermanas mayores y con sus sobrinos que se encuentran en familia adoptiva, como vínculos positivos y enriquecedores que se deben sostener”.

J. y C. (9 y 7 años)

J. tiene 9 y C. tiene 7 años. Ambas desean permanecer juntas “sí o sí”.

“Son muy afectivas y les gustan los juegos de roles (como jugar a la mamá) y ver y jugar a ser princesas. Se peinan y se maquillan jugando como todas las niñas que transitan la segunda infancia”, revelaron fuentes judiciales.

Y agregaron que les gusta compartir estos juegos con sus pares y no tienen conflictos en relación a la convivencia.

C., la más pequeña, a veces presenta conductas asociadas a berrinches (cuando se enoja grita y llora o a veces golpea las puertas) cuando le dicen “no” o en momentos que le ponen límites. Debido a esto, la Justicia precisó que es necesario un espacio familiar contenedor “que pueda calmar su frustración y enojo”.

La menor también presenta algunas dificultades con sus tareas e incorporación de aprendizajes escolares básicos acordes a su edad, asociado a la falta de estimulación, por lo que necesita mayor acompañamiento a la hora de llevar a cabo las actividades escolares.

También recibe tratamiento psicológico para perfeccionar sus momentos de enojo. Afortunadamente, ha logrado buenos resultados.

F. (11 años)
Con 11 años, F. transita su etapa evolutiva puberal. “Es muy afectuosa y sensible frente a lo que sucede en su entorno, tendiendo al aislamiento frente a un conflicto”. Le gusta jugar al fútbol, bailar y escuchar música.

“Propio de su edad, sus afectos en relación con los adultos suelen ser ambivalentes. Se encuentra en pleno pasaje hacia su adolescencia y a veces se enoja y contesta mal, pero rápidamente puede reflexionar respecto de su accionar”, indicaron.

Si bien no le gusta a estudiar, posee un buen desempeño escolar.

Al igual que sus hermanas, la joven requiere de un espacio terapéutico psicológico para canalizar sus emociones.

C. (14 años)

A C., de 14 años, “le gusta la peluquería, bailar y jugar al fútbol. Como toda adolescente aparece distante y poco afectiva en un primer momento, pero luego del contacto es cariñosa y afectiva”.

La joven acepta los límites, pero “por su etapa evolutiva a veces contesta mal y se aísla”.

En la actualidad, la menor asiste a séptimo grado (por repitencias anteriores a su ingreso al hogar), por lo que necesita el apoyo y la estimulación de “una familia que la contenga y potencie”.

C. también precisa sostener su espacio terapéutico psicológico para poder dialogar sobre las cosas que le preocupan.

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