El titular de la Unión Industrial de Mendoza (UIM), Mauricio Badaloni, dio un duro pantallazo de cómo está la actividad en Mendoza, en un marco de discontinuidad de los ATP, de prohibición de despidos pero también de una gran cantidad de empresas que ya cerró y de más de 20 mil empleos formales menos.
“En Mendoza algunas industrias alguna pararon, solo atravesaron durante muchos meses el tema de turnos y la capacidad instalada del 50%. Pero luego hay otras, como la de turismo, que no arrancó nunca, y otras que directamente se han visto beneficiadas, como son los hoteles de alta montaña o Valle de Uco, pero los grandes hoteles urbanos la siguen pasando mal, basta con ir a verlos”, dijo Badaloni este lunes en diálogo con MTN News, 95.9.
Para el titular de la UIM, “hay datos duros que contrastan el relato que desde la política quieren instalar. Ven un dato económico que mejoró y automáticamente hablan de impulso, y eso nos hace mucho daño. Los relatos políticos a veces no condicen con la realidad. Mendoza tiene 850 compañías menos y 23 mil empleos formales menos hasta septiembre, aún no se han cerrado las últimas informaciones. Estamos hablando de la pérdida de un 8 o 9% de pérdida de la masa salarial privada en Mendoza”.
“Cuando nosotros mostramos estos datos, desde el otro lado nos contestan con negativas, evasivas o continuidad de decir siempre lo mismo y ver al empresariado como una rivalidad. A nosotros los datos nos dan la razón, pero es negativo no decir la verdad”, pidió Badaloni.
Y remarcó: “Hay que ver el contexto: se eliminan los ATP, una ayuda que las compañías veían al no percibir ingresos, eso funcionaba de balanceador. Luego las medidas de protección contra los despidos y la doble indemnización. Ahora bien, llega la vacuna, pero con retrasos, entonces ya uno ve al mes de julio como un escenario más posible, pero ¿quién aguanta hasta julio?”
“Hoy, la política, está buscando estos efectos de rivalidad entre empresas y trabajadores. Acá no hay una chicana del empresario que no quiere pagar, acá la cuestión, es que según la Copal, la mitad de lo que paga una persona en un producto se va en impuestos. Y nosotros justamente queremos saber cómo se pueden bajar los impuestos”, remarcó Badaloni.