La sorprendente historia de Don Tapia, el misterioso linyera “milagroso” de La Paz

La noticia no refiere a un tema nuevo, se trata de un linyera, a quien se lo conocía popularmente como Don Tapia, que falleció en 1989, y hoy en día mucha gente que frecuenta el pueblo de Desaguadero, en el departamento de La Paz, visita los restos de este hombre e incluso hay quienes aseguran haber sido beneficiados con un milagro.

Para saber más sobre este personaje mítico, Christian Sanz y Claudia Durán se comunicaron con Juan furlotti, encargado con el área de turismo del municipio de la paz, mediante el programa que conducen en Radio News.

Respecto de si ayuda a nivel turístico, mencionó que “si, la verdad que Don Tapia, o Francisco Tapia, es uno de los personajes del departamento que tiene un toque de misterio y llama la atención de las personas que nos visitan”.

“Don tapia era un persona que en 1970 apareció en Desaguadero, en el límite con San Luis, y la gente lo confundía porque en ese momento se estaba construyendo la ruta 7 y la gente lo confundió con un obrero más, pero después las obras continuaron y esta persona quedó. Esta persona no frecuentaba el pueblo de Desaguadero, sino que estaba a tres kilómetros al oeste de Desaguadero y se dieron cuenta que era un ermitaño que vivía en una zona de médanos y no tenía casa, cavó una especie de pozo con un nailon y vivía ahí. No pasaba a pedir cosas por las casas sino que se quedaba. Nadie sabía mucho de él, incuso hoy no se sabe demasiado. Lo que sí muchos vecinos comentan que cunado necesitaba agua limpiaba la banquina de la ruta y se ponía en la banquina de la ruta y los camioneros que veían esta escena se paraban y con el tiempo se fue haciendo amigo de los camioneros y algunos pobladores de Desaguadero, se acercaban a dejarle mercadería y hablar con él, aunque era un hombre de pocas palabras”, contó.

Asimismo, comentó que “con el tiempo se fue haciendo amigo de camineros, se fue corriendo la voz entre los mismos camioneros, por eso es tan popular y cuando pasan por la ruta 7 van a ver camioneros que se han parado en el lugar porque hasta el día de hoy, muerto, él fallece el 23 de abril de 1989, lo muerde una víbora y fallece; y hay muchas personas y camioneros que le atribuyen milagros a esta persona y le han hecho una pequeña casita de chapas para poner velas, placas; tanto en el cementerio de La Paz como en el costado de la ruta 7 en Desaguadero”.

En tal sentido, señaló que “se ha convertido en un pequeño santuario. Era muy humilde esta persona, se lo recuerda muy bien. La gente de Desaguadero le tiene mucho aprecio, inclusive se trabajó una ordenanza a nivel municipal para trasladar los restos de Don Tapia, que están en el cementerio de La Paz, hacia el cementerio de Desaguadero porque la gente de Desaguadero lo quiere ahí, en donde él eligió vivir, y muchos pobladores se acuerdan de que él, si bien vivía aislado, trataba de colaborar con la gente, o de la gente que recibía alguna ayuda, que le entregaban frutas y mercadería, decían que hacía una especie de cheque como que en algún momento le va a devolver el favor. Creo que ahí viene la intención del misterio que tiene este personaje y con esta intención de no querer hacer mal a nadie. No frecuentaba el pueblo y era muy agradecido de la ayuda que recibía con la esperanza de poder devolver en algún momento esta ayuda”.

“22 años vivió en esa especie de cueva. Más allá de la ayuda que recibía ¿nadie hizo nada para sacar de esta condición a este hombre?”, se le consultó, a lo que respondió: “Si, cuando llovía generalmente la policía iba a buscarlo a retirarlo del lugar para tratar de darle un poco de ayuda en ese sentido de que no esté a la intemperie y él no se quiso adaptar a un pueblo, siempre escapó hacía ese lugar. La gente le entregaba ropa, pero él no la usaba, la colaba a modo de colchón y varias veces se lo intentó ayudar, pero él siempre escapando, volviendo a su lugar. Era ermitaño y prefería esa soledad y ese modo de vida”.

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