La desaparición de Loan Peña sigue generando revelaciones inquietantes. La jueza federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo, ordenó el secuestro del celular de César Peña, hermano mayor del menor desaparecido, como parte de la investigación en curso.
El dispositivo fue enviado a Buenos Aires para ser sometido a un análisis exhaustivo mediante el sistema UFED de la Gendarmería Nacional, en un intento por desentrañar nuevos detalles que puedan esclarecer el caso.
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Lo que ha generado mayor atención entre los investigadores es el comportamiento de César Peña en relación a su tía Laudelina. A pesar de no haber estado presente en el almuerzo familiar, César no dudó en señalar a Laudelina como sospechosa.
Sin embargo, la Justicia ha descubierto que el joven mantuvo contacto constante con una de las hijas de su tía durante ese día. En los mensajes intercambiados, César preguntaba insistentemente por el estado de Loan y cómo estaba pasando el día, recibiendo en respuesta una fotografía del niño.
A pesar de la relevancia de esta conversación, los mensajes no aparecían en el celular de César. Los investigadores presumen que el joven borró intencionadamente los mensajes y le habría solicitado a su prima que hiciera lo mismo.
Este comportamiento levantó serias sospechas, especialmente porque César Peña utiliza dos líneas de celular activas y su prima lo tenía bloqueado, desbloqueándolo únicamente para esta comunicación específica.
