Fernando Yañez , el sacerdote de Monte Comán, recientemente expulsado de la Iglesia por el Obispado, se mostró enojadísimo con la medida.
Según lo trascendido en las últimas horas, Yañez ya no podrá hacer uso de su estado clerical, no podrá utilizar la vestimenta y fue imposibilitado de ejercer cualquier tipo de ministerio sacerdotal.
En tal sentido, fue consultado por el portal Mediamendoza y aseguró que no se trata de una expulsión de la iglesia, sino que es una “reducción al estado laical”.
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Asimismo, contó que tras esta decisión, presentó todos los recursos que pudo, “para ello debía presentarme personalmente con ese recurso en Roma, pero por el tema de la pandemia fue imposible viajar, por lo que presenté todo en tiempo y forma en el Obispado. Pero he sido condenado sin un juicio previo por desobediencia, esto surgido porque el Obispo Taussig me mandaba a Malargüe y yo estaba a cargo de cuarenta jóvenes y yo lo que planteé era que enviara algún otro sacerdote para hacerse cargo de ellos y el Obispo dijo que no”, explicó Yañez.
“Se está actuando con una falta total de seriedad” aseguró el hombre quien consideró que “esto es un atropello a la dignidad humana, porque un chico que ha estado 6, 7 años estudiando en ese lugar (Seminario Mayor de San Rafael) y se lo manda a la casa, es un atropello. Y con lo mío pasa lo mismo, apareció antes en los medios, sin que yo supiera lo que estaba pasando“.
Si quieren escándalo lo van a tener“
“A las 10 de la mañana recién me han notificado, donde dice que como mi presentación no ha llegado en tiempo y forma queda firme la reducción al estado laical”, mencionó asegurando que esto es “un invento de los hombres, pero el sacerdocio no me lo puede sacar nadie, porque es un sacramento y así como uno no se puede desbautizar a mí no me pueden sacar el sacerdocio, voy a seguir vistiendo la sotana y celebrando la santa misa todos los días, como lo he seguido haciendo”.
“Hay una tremenda injusticia, yo solicité juicio en un tribunal imparcial, porque el Obispo me odia, lo puedo demostrar, pedimos que se lo inhibiera y no lo hizo, y así terminó todo. El problema es que nosotros somos conservadores y con Francisco los conservadores estamos muertos. Pero yo voy a seguir viviendo mi vida sacerdotal como en estos 38 años, ocupándome del asilo de ancianos, en el que nadie me ayuda y mantengo todo con lo que mis padres me dejaron, asique seguiré viviendo mi sacerdocio, y si quieren escándalo lo van a tener“, finalizó el hombre.