La pesadilla que viven con OSEP los trasplantados de Mendoza

La Obra Social de los Empleados Públicos, desde hace tiempo, no está entregando los inmunosupresores que los pacientes necesitan para su tratamiento correspondiente.

No debería sorprendernos las falencias que presenta OSEP en Mendoza. Sin embargo, hay una problemática que no puede pasar por alto, y que involucra directamente a personas que han sufrido algún tipo de trasplante.

Desde hace tiempo, estos pacientes se encuentran con el problema de que no reciben los inmunosupresores que precisan para afrontar el día a día.

“Hay una gran demora en la entrega de medicación, la cual tomamos para no hacer rechazo al órgano trasplantado. Son inmunosupresores sumamente caros, cada caja está arriba de los 90 mil pesos”, dijo Marina Arias Da Prá, representante de la Asociación Civil Trasplantados Mendoza.

Se trata de medicación más que importante, y de la que muchos precisan imperiosamente. “Es una droga que necesitamos para vivir”, confió Da Prá a News Online.

“Necesitamos de a dos o tres cajas dependiendo el trasplante, pero OSEP tiene una demora de tres meses en algunos casos”, expresó la sureña.

La joven, que ya afrontó un trasplante de riñón, explicó que en caso de no tomar esa medicación, “el cuerpo hace un rechazo a ese órgano. Hace que no cree defensas para detectar un cuerpo extraño”.

Debido a esta problemática, ayer se llevó a cabo un reclamo en la Legislatura provincial. Afortunadamente, el vicegobernador Mario Abed recibió a miembros de la asociación, y en compañía del senador Abel Freidemberg, les garantizó que “esta semana se solucionaría la entrega”.

De todos modos, Da Prá comentó que la asociación ha ido “juntando algo de medicación. Tenemos un pequeño banquito, y hemos hecho lo posible para que ninguno se quede sin esa medicación”.

Según la joven, “son más de 370 los pacientes trasplantados que tiene OSEP en la provincia”, por lo que la entrega de los medicamentos tardará en normalizarse.

“No queremos que esto siga pasando en los meses siguientes, pero estoy segura que así será porque no les pagan a los laboratorios”, aseguró.

“Es una droga que necesitamos para vivir, si un día no tomamos esa medicación hacemos un rechazo al órgano”, amplió la joven.

Marina, tal cual se describió anteriormente, es trasplantada. Ella recibió una intervención de riñón. “Para que el riñón siga funcionando, se toman de por vida inmunosupresores, es de por vida. Un día que esa droga no es tomada, el cuerpo empieza a crear defensas, y esta droga hace que las defensas bajen para que no se detecte el cuerpo extraño”.

Sobre el cierre, precisó que si una persona trasplantada no consiguiera esa medicación, deberá someterse a un tratamiento de diálisis, “a estar conectada a una máquina”.

 

Artículos Relacionados

Volver al botón superior